
Historia
Así ha sido el impacto de Galicia en la historia de España
En este artículo, exploramos el recorrido histórico de Galicia, destacando eventos clave y personajes gallegos que han marcado su destino en la historia de España

Galicia, la región situada en el noroeste de España, ha jugado un papel fundamental en la historia del país, desde sus primeros asentamientos celtas hasta su situación actual como comunidad autónoma dentro de la España moderna. A lo largo de los siglos, Galicia ha sido testigo de grandes transformaciones sociales, políticas y culturales, y sus tierras han albergado una rica variedad de pueblos y civilizaciones que han dejado una huella imborrable en su identidad.
Los primeros habitantes de Galicia
La historia de Galicia comienza mucho antes de la llegada de los romanos. En la Edad del Hierro, hacia el 1000 a.C., la región fue poblada por los celtas, un grupo de pueblos que habitaban grandes áreas de Europa. Galicia, conocida en esta época como Gallaecia, fue el núcleo principal de la cultura celta en la península ibérica. Los celtas dejaron un legado tangible en forma de castros, fortificaciones circulares que servían como viviendas y refugios. Algunos de los castros más importantes se encuentran en las Rías Baixas y la región de las Tierras de Trives, y son testigos de la vida social, económica y religiosa de este pueblo.
La influencia celta es especialmente visible en la lengua gallega, que conserva muchas palabras y estructuras lingüísticas de origen celta. Además, la música tradicional de Galicia, especialmente las gaitas y el sonido de los tamboriles, también tiene sus raíces en la cultura celta. Esta herencia perdura hoy en día y sigue formando parte integral de la identidad gallega.

Galicia en el auge del Imperio Romano
En el siglo I a.C., Galicia fue conquistada por el Imperio Romano, que inició un largo período de romanización en la península ibérica. Los romanos, aunque tuvieron dificultades para someter a las tribus celtas, lograron integrar gran parte del territorio en el Imperio Romano. Durante esta época, se construyeron importantes infraestructuras como vías romanas y puentes, algunos de los cuales siguen en uso hoy en día. Además, las ciudades gallegas empezaron a adoptar el derecho romano y la lengua latina, lo que influyó profundamente en la evolución de la lengua gallega.
Tras la caída del Imperio Romano, Galicia se vio inmersa en un período de invasiones y luchas por el control del territorio. Los suevos, una tribu germánica, establecieron el Reino Suevo de Galicia en el siglo V, con su capital en Braga, en la actual Portugal. Durante este tiempo, Galicia se convirtió en un importante centro del cristianismo en la península, con la fundación de importantes monasterios y la propagación de la fe cristiana en toda la región.
El renacer cristiano de Galicia
La Edad Media fue una etapa clave en la historia de Galicia, con el reino de Galicia siendo absorbido por el Reino de León en el siglo VIII, y más tarde por el Reino de Castilla. Durante estos siglos, Galicia experimentó una serie de cambios políticos y sociales, pero uno de los eventos más trascendentales de la época fue el auge del Camino de Santiago. En el siglo IX, la Catedral de Santiago de Compostela se convirtió en un importante centro de peregrinación cristiana, siguiendo la tradición de los tres grandes lugares sagrados del cristianismo: Jerusalén, Roma y Santiago.
El Camino de Santiago no solo fue crucial para el cristianismo, sino que también tuvo un enorme impacto cultural y económico en Galicia. La llegada de peregrinos desde toda Europa impulsó el comercio, el arte y la arquitectura en la región, y marcó un punto de inflexión en la historia de Galicia y de España. El año 997, durante la invasión musulmana, la ciudad de Santiago sufrió un asedio, pero la resistencia gallega permitió que la región siguiera siendo un refugio para los cristianos.

Época de conflictos
Durante los siglos XVI y XVII, Galicia experimentó varios momentos difíciles. La región fue afectada por las luchas internas dentro del Reino de Castilla y las tensiones con la monarquía centralista, que limitaban la autonomía de las regiones periféricas. Además, Galicia sufrió varias revueltas populares, como la Revolta Irmandiña (en el siglo XV), que reflejaron el descontento con las autoridades locales y la nobleza.
A lo largo del siglo XIX, Galicia vivió los efectos de la Guerra de Independencia contra los franceses, aunque la región se mantuvo relativamente alejada de los grandes combates. En la segunda mitad del siglo XIX, Galicia comenzó a experimentar los primeros movimientos regionalistas y reivindicativos por su autonomía dentro de España, aunque la región aún estaba sometida al centralismo de Madrid.
De la Guerra Civil a la Autonomía
El siglo XX fue una época de grandes cambios para Galicia. Durante la Guerra Civil Española, Galicia, como muchas otras regiones de España, sufrió las consecuencias de la lucha entre republicanos y franquistas. La región, principalmente agrícola, se vio afectada por las políticas represivas del franquismo. En este período, figuras gallegas como Castelao se alzaron como representantes de la identidad gallega y del movimiento nacionalista gallego.
Tras la muerte de Franco en 1975 y el inicio de la Transición Española, Galicia obtuvo el Estatuto de Autonomía en 1981, lo que marcó un hito en su historia contemporánea. Desde entonces, Galicia ha sido una comunidad autónoma con un gobierno regional que gestiona áreas clave como la sanidad, la educación y el turismo.
Un futuro en expansión
Hoy en día, Galicia sigue siendo una de las comunidades más singulares de España, con una fuerte identidad cultural y un profundo respeto por sus tradiciones. La lengua gallega, aunque bajo presión, sigue siendo un pilar de su identidad, mientras que las comunidades gallegas en el extranjero mantienen su vínculo con la tierra. Galicia, con sus costas, sus bosques y su rica gastronomía, sigue siendo un referente en el turismo en España.
En conclusión, la historia de Galicia es un relato fascinante de resistencia, adaptabilidad y riqueza cultural. Desde sus orígenes celtas hasta su papel clave en la historia moderna de España, Galicia ha jugado un papel fundamental en la formación de la nación española, y su legado sigue vivo tanto en su patrimonio como en su gente.
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