Mitos y leyendas

Así son los legendarios duendes gallegos que esconden llaves, asustan animales y no saben contar hasta diez

Estos seres mitológicos diminutos, escurridizos, con barba y gorro puntiagudo, forman parte del alma mágica de la Galicia de raíces celtas

Así son los legendarios duendes gallegos que esconden llaves, asustan animales y no saben contar hasta diez
Así son los legendarios duendes gallegos que esconden llaves, asustan animales y no saben contar hasta diezCultura de Galicia

Pequeños, escurridizos y con una sonrisa siempre a punto, los trasnos son uno de los personajes más entrañables del folclore gallego.

Aunque se les puede encontrar en toda Europa bajo diferentes nombres (como el iratxo vasco, el trasgu asturiano o el leprechaun irlandés), en Galicia tienen un carácter único y profundamente enraizado en la tradición oral.

Se les describe como criaturas nocturnas, pequeñas y bromistas, con patas de cabra, un cuerno, barba larga y un gorro rojo. Algunos relatos los dibujan cojos y con un agujero en la mano izquierda, detalle clave para entender muchas de las técnicas populares ideadas para librarse de sus travesuras.

Los trasnos habitan tanto en las casas gallegas como en los bosques, y allí donde estén, no tardan en dejar su huella: vajillas rotas, objetos que cambian de sitio, objetos que desaparecen o animales asustados.

Ilustración de un trasno
Ilustración de un trasnoMeigas gallegas

Si una ventana se cierra sola, si un ruido extraño suena de madrugada o si alguien siente un ligero azote sin razón aparente, la explicación popular es sencilla: cousa de trasnos.

No son criaturas maliciosas, pero sí persistentes. Estos pequeños seres siguen a las personas cuando allá donde van. Y no dudan en salir del hogar para gastar alguna broma por los caminos, incluso tomando forma de caballo, oveja o cerdo.

Según la sabiduría popular, hay una manera efectiva de deshacerse de ellos: dejándoles un plato lleno de lentejas, habas o granos de maíz. Incapaces de resistirse, los trasnos intentarán contarlas una a una, pero al tener un agujero en la mano izquierda, los granos caerán y tendrán que empezar de nuevo. Como sólo saben contar hasta diez (o hasta cien, según la versión), su frustración los hará abandonar la casa.

Trasnos haciendo maldades
Trasnos haciendo maldadesRecreación de la historia

Su relación con la naturaleza es otro de sus rasgos característicos. Se les considera guardianes de tesoros ocultos, protectores de cultivos y animales. Por eso, pese a sus bromas, los trasnos son vistos como aliados del mundo rural, seres mágicos que forman parte del equilibrio natural.

Los trasnos siguen vivos en el lenguaje cotidiano. Expresiones como "facer trasnadas" o "e cousa do trasno" dan fe de su presencia constante en la imaginación popular.