Turismo e historia

Así es la villa portuguesa a media hora de Galicia que tiene una de las mejores aguas termales de Europa

El impresionante puente romano anticipa la existencia de unas termas que se descubrieron en 2006 durante la construcción de un aparcamiento

Puente romano de Chaves, Portugal.
Puente romano de Chaves, Portugal. Wikipedia

Se trata de un pedazo de tierra que recorre la península de arriba abajo, o de abajo hacia arriba, en función del lugar que uno tome como punto de partida. A vuelo de pájaro, apenas supone más que una línea divisoria sobre el plano. Pero como cualquiera de esos trazos, el de La Raya esconde multitud de letras de relato, de historias y de historia, de idas y venidas entre dos tierras, Galicia y Portugal, separadas por el rasgo firme del destino.

Porque a lo largo de los siglos, las fronteras de ambas regiones se movieron con los vaivenes de la guerra, de alianzas y tratados. Hasta que llegó el de Lisboa, en 1864, que estableció los límites que conocemos hoy. Desde entonces, La Raya quedó formalmente delimitada, aunque siempre permeable a las influencias de ambas culturas.

Un espacio que durante el siglo pasado fue lugar de contrabando y de leyendas y que hoy, con el paso del tiempo y de las décadas, conserva aún un áurea de misterio y muchos pueblos con encanto y con historia.

Es el caso de Chaves, una pequeña villa portuguesa situada en el corazón de la región de Trás-os-Montes, en el norte de Portugal, muy cerca de esa frontera tan real como imaginaria con Galicia. Un destino que seduce y que mezcla historia, naturaleza y una de las mejores aguas termales de Europa.

Porque en Chaves, a escasos kilómetros de la frontera con España, el tiempo parece detenerse y el visitante se sumerge en su rico patrimonio romano y medieval, sus relajantes baños termales y su deliciosa gastronomía.

Orígenes romanos y el legado de Aquae Flaviae

La historia de Chaves se remonta a tiempos romanos, cuando era conocida como Aquae Flaviae, en honor al emperador Flavio Vespasiano, quien ordenó su fundación en el siglo I d.C.

Gracias a las propiedades curativas de sus aguas termales, la ciudad prosperó bajo el Imperio Romano, convirtiéndose en un importante centro de salud y recreación. Hoy en día, los vestigios romanos siguen marcando la esencia de la villa y transportan a los visitantes a esa época en la que el lugar era una referencia para quienes anhelaban un mayor bienestar físico.

Oficina de turismo.
Oficina de turismo. visitchavesverin

Uno de los puntos más destacados del legado romano en Chaves es el Puente Romano sobre el río Támega, una impresionante construcción de piedra que ha resistido el paso de los siglos y que aún conserva su funcionalidad.

Con sus 140 metros de largo y 12 arcos, el puente sigue siendo una obra maestra de la ingeniería antigua. A lo largo de este puente histórico, dos pilares con inscripciones romanas nos recuerdan la fundación de Aquae Flaviae y su importancia en la época imperial.

Un centro termal de renombre

Entre los principales atractivos de Chaves se encuentran sus aguas termales, conocidas por ser de las más calientes y mineralizadas de toda Europa. Estas famosas termas romanas se descubrieron en 2006 durante la construcción de un aparcamiento, y se ubican en el Largo do Arrabalde.

El balneario de Chaves Termas & Spa se encuentra entre los cinco balnearios medicinales romanos mejor conservados del mundo. Sus aguas tienen una composición única en la península y se trata de las bicarbonatadas sódicas más calientes de Europa.

A una temperatura de 73 °C, tienen propiedades terapéuticas que han sido aprovechadas durante siglos para tratar afecciones como reumatismo, problemas respiratorios y digestivos, y estrés.

El balneario combina instalaciones modernas con la tradición milenaria de las aguas medicinales. Tanto locales como visitantes encuentran en este lugar una forma de desconectar y revitalizarse en un entorno de tranquilidad. Además, el parque termal que rodea las instalaciones permite pasear entre jardines y monumentos, creando un ambiente perfecto para el descanso.

Patrimonio medieval y encanto de su casco antiguo

Chaves también destaca por su arquitectura medieval, visible en sus calles empedradas, casas antiguas y la imponente Torre de Menagem, una torre medieval que es el último vestigio del antiguo castillo de la villa. La torre ofrece unas vistas espectaculares del valle y el río Támega, permitiendo apreciar la belleza de esta región montañosa.

Torre de Menagem.
Torre de Menagem. Wikipedia

El centro histórico de Chaves es un lugar que merece ser explorado sin prisas. Sus estrechas calles están llenas de vida, con balcones decorados con flores, fachadas coloridas y tiendas de artesanías locales.

La Plaza de Camões, en pleno corazón de la villa, es el lugar ideal para relajarse y disfrutar de la atmósfera encantadora de Chaves mientras se saborea un café o se observa el ritmo de la vida cotidiana.

Otro sitio de interés es la Iglesia de Santa María Maior, un hermoso templo de origen medieval que ha sido restaurado a lo largo de los siglos. Su interior alberga magníficos detalles barrocos, y su tranquilidad invita a un momento de contemplación en pleno centro de la villa.

Sabores de Trás-os-Montes

La gastronomía de Chaves es otro de los placeres que no se deben pasar por alto. Esta región de Trás-os-Montes es famosa por sus platos llenos de sabor, como el "presunto" (jamón) de Chaves, conocido por su elaboración tradicional. Además, el "folar" es un pan típico que se prepara especialmente en Semana Santa, relleno de carne de cerdo y embutidos, una auténtica delicia.

'Folar' de Chaves.
'Folar' de Chaves. Wikipedia

También destacan platos como el "cozido à portuguesa", una suculenta combinación de carnes, verduras y embutidos, y el cabrito asado, que refleja la riqueza culinaria de esta región montañosa. Para acompañar, nada mejor que un vino de la región o una copa de aguardiente, elaborada de forma artesanal y con un sabor único.

Chaves, un destino de naturaleza y rutas

Para los amantes de la naturaleza, Chaves ofrece múltiples opciones. Los alrededores de la villa están repletos de paisajes de montañas, ríos y caminos que invitan a practicar senderismo y disfrutar de la tranquilidad del entorno.

Existen diversas rutas que permiten explorar la belleza natural de Trás-os-Montes, como la ruta de los molinos de agua y la del río Támega, donde se puede disfrutar de un día al aire libre en medio de la naturaleza.

Chaves es también una excelente base para conocer otros lugares de interés cercanos, como el Parque Natural de Alvão, donde los visitantes pueden descubrir cascadas, formaciones rocosas y una biodiversidad única.

Chaves es un lugar en el que la historia se mezcla con la naturaleza y el bienestar, creando una experiencia completa para aquellos que buscan una escapada diferente. Su legado romano, su centro termal, su casco histórico y su gastronomía hacen de esta villa un destino irresistible, en el que el visitante se siente bienvenido y donde siempre queda algo nuevo por descubrir.

En definitiva, esta villa portuguesa invita a recorrer sus calles, a relajarse en sus aguas termales y a dejarse sorprender por los sabores y paisajes que ofrece.