El BNG defenderá a medias los intereses de Galicia en Bruselas

Fue el gran mantra de la campaña electoral. El leitmotiv que movía a la portavoz nacionalista, Ana Pontón, y a su candidata, Ana Miranda, durante las semanas previas a la cita con las urnas este pasado domingo, 9 de junio. El BNG sería el único en defender, a tiempo completo, los intereses de Galicia.

Para ello resultaba imprescindible el llamado ‘escaño gallego’, el tercer diputado de la coalición Ahora Repúblicas, esa en la que los nacionalistas gallegos concurrían a los comicios con ERC y EH Bildu.

Ese tercer diputado concedía “escaño propio” al Bloque, es decir, la posibilidad de que su eurodiputada ostentase el asiento durante toda la legislatura, sin tener que alternarse en su uso, como sucediera en otras ocasiones.

“Nos presentamos a estas elecciones con un objetivo claro, tener un escaño gallego en Europa. Objetivo cumplido”, aseveraba Pontón en su comparecencia ante los medios, al filo de las 23.30 horas de la noche electoral del domingo, después de que Ahora Repúblicas alcanzase los tres diputados y de que, por lo dicho y explicado hasta la fecha, el BNG fuese a disponer, en teoría, de ese tercer escaño para ser “la voz de Galicia” en Bruselas.

Sin embargo, apenas 24 horas después de esta celebración, que la propia Pontón incardinó en la historia del nacionalismo gallego al volver a contar con ese escaño propio tras un cuarto de siglo, todo saltaba por los aires cuando la líder del BNG reconocía un “ajustes” en el tiempo del que dispondrían de ese escaño en la UE.

Lo explicaban, más por lo menudo, fuentes republicanas del nacionalismo catalán, que aclaraban que el número 2 de ERC a las europeas, el meteorólogo de TV3, Tomàs Molina, ejercerá como eurodiputado en una parte de la legislatura.

De hecho, esa misma noche del domingo la candidata de ERC a las elecciones europeas, Diana Riba, aseguraba que “antes que se acabe este mandato, Tomàs Molina será eurodiputado”. Desde Cataluña se apunta a que Miranda estará tres años de los cinco previstos.

Reparto en función de votos

Así, y pese a lo proclamado en la noche electoral y a lo vendido durante toda la campaña, ERC y BNG se repartirán el tercer y último escaño de la coalición Ahora Repúblicas en el Parlamento Europeo, dividiendo el tiempo de la legislatura en función de los votos obtenidos por cada formación en sus territorios.

Este reparto se establecerá en función del número de votos que ha necesitado la coalición para lograr cada uno de sus tres eurodiputados, teniendo en cuenta que ERC ha logrado más apoyos que los correspondientes a un eurodiputado y el Bloque, por su parte, algo menos.

Sobre esa base, ERC y EH Bildu tendrán un escaño cada uno en la Eurocámara durante los próximos cinco años, mientras que el tercero de la coalición se repartirá entre ERC y BNG, dividiendo el tiempo de manera proporcional respecto de los votos obtenidos por los gallegos y los “sobrantes” de los republicanos más allá de los que corresponderían a su primer escaño, si bien falta por concretar el tiempo que estará Miranda y el que estará Molina.

Cabe recordar que Ahora Repúblicas alcanzó tres eurodiputados Diana Riba (ERC) iba de número uno; Pernardo Barrena (Bildu), de dos; Ana Miranda (BNG), de tres; y Tomàs Molina (ERC), de cuatro. Los 856.500 votos obtenidos se repartieron así: 354.247 de ERC (-6,40%), 227.973 de Bildu (+4,23) y 179.905 de BNG (+4,33%).

En este marco, a Pontón no le ha quedado más remedio que reconocer esos “ajustes” en el tiempo que tendrá el Bloque el escaño. Algo que quiso edulcorar garantizando que la eurodiputada “va a estar cinco años en Europa”.

“Estafa a Galicia”

Una vez conocida la intrahistoria del reparto, la secretaria general del PPdeG, Paula Prado, lamentaba ayer por la tarde que el BNG “estafase a Galicia”. La número dos de los populares en la comunidad señalaba que el “escaño gallego” resultó ser “a tiempo parcial”.

“Al Bloque no le llegó con ocultar a sus socios, Bildu y ERC, durante toda la campaña, que también faltó a la verdad a todos los gallegos respecto a lo que iba a ocurrir con su representante, que ahora pasa a ser medio eurodiputada”, censuraba Prado, añadiendo que “Pontón conocía que iba a pasar esto desde que firmó el acuerdo con sus socios independentistas, pero prefirió jugar con los votos de los gallegos”.