Turismo

Estas “hermosas” islas deslumbran a la prensa británica: “rivalizan con el Caribe” y evitan la masificación

El diario Mirror destaca sus “arenas blancas, aguas turquesas y espectaculares acantilados que hacen de este destino un lugar único en el continente”

Imagen de las islas desde un mirador.
Imagen de las islas desde un mirador. Turismo de Cangas

Un enclave atlántico situado en la boca de una ría de Galicia vuelve a llamar la atención de la prensa internacional. El diario Mirror, uno de los periódicos más leídos del Reino Unido, publicaba ayer un reportaje en el que destaca unas “hermosas islas” españolas que, según afirma, “rivalizan con el Caribe” por la transparencia del agua, la blancura de la arena, los espectaculares acantilados, que otorgan la sensación de estar en un territorio aún preservado.

El diario británico subraya que este archipiélago “no se parece en nada” a destinos como Mallorca o Tenerife, y lo pone como ejemplo de lugar que evita la masificación turística. Lejos del bullicio, señala el Mirror, estas islas ofrecen una experiencia natural donde priman el silencio, los senderos y una imagen casi virgen del litoral español.

El lugar, por supuesto, son las Islas Cíes, uno de los tesoros del Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia. Más allá de lo que destaca el Mirror, las Cíes impresionan ya desde la travesía en barco, cuando emergen al fondo de la ría.

Gaviotas, cormoranes, alcatraces e incluso delfines suelen acompañar a los barcos que parten de Vigo, Cangas o Baiona, mientras pequeñas embarcaciones artesanales salpican el mar y recuerdan la riqueza biológica de la zona.

Una vez en tierra, el visitante accede a playas emblemáticas como Rodas, considerada una de las más bellas de Europa, o a arenales más tranquilos como Figueiras. En ambos casos, sus aguas claras revelan un auténtico paraíso submarino, con sargos, lubinas, pintos, maragotas, invertebrados y algas de múltiples colores que forman un ecosistema vibrante y protegido.

Pero la experiencia no termina en la costa. Los senderos hacia los faros, en especial el que asciende al Monte Faro, ofrecen caminatas en un entorno casi intemporal, rodeado de silencio y naturaleza atlántica. Desde su cumbre, el paisaje se abre como una “postal” sobre las tres islas del archipiélago, especialmente al caer la tarde, cuando el cielo se tiñe de rojo y la silueta de las Cíes parece suspendida entre mar y luz.

El modelo de protección del Parque Nacional, con acceso regulado y límites de visitantes, es clave para entender por qué este paraíso se mantiene prácticamente intacto. Esa combinación de belleza, tranquilidad y control ambiental es precisamente lo que, según el Mirror, lo convierte en un rincón único frente al turismo masivo que domina otros destinos costeros de España.