Estas son las mejores rutas para hacer en familia en Galicia durante la Semana Santa de 2024

Con la vista puesta ya en Semana Santa, Galicia ofrece diferentes posibilidades para escaparse y disfrutar estas vacaciones. ¿Playa o montaña? ¿Rural o mar? Si tu destino es Galicia, no tendrás que elegir: la Comunidad ofrece una amplia variedad de rutas y paisajes que no olvidarás.

Contemplando el mar, en la ribera del río o descubriendo cascadas, Galicia muestra una infinita armonía de verdes y azules que invitan a descubrir entre bosques y montañas todo un patrimonio oculto. Te dejamos algunas propuestas de rutas que podrás hacer en familia durante estos días.

Contemplando el mar

Castillo de Monterreal. Baiona (Pontevedra)

Este paseo se inicia en la playa de la Cuncheira y bordea el castillo de Monterreal o de monte Boi, construido entre los siglos XII-XVI y convertido ahora en Parador Nacional.

Esta fortaleza aún mantiene tres torres de vigilancia: la Torre del Reloj, que servía para dar la alarma en caso de ataque enemigo; la Torre de la Tenaza, cuyo cometido era defender el puerto mediante las baterías de tiro y la Torre del Príncipe, que actuaba como faro para los navíos.

A pocos metros de comenzar nuestra ruta nos encontramos con un antiguo vivero de langostas que funcionó hasta los años 70 del siglo XX y que hoy ha sido convertido en un Talaso al aire libre.

Es un paseo corto y sin dificultad, lo que nos permite realizarlo sin dejar de disfrutar de las privilegiadas vistas sobre el Atlántico y las Illas Cíes, que forman parte de Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas.

De la playa de Area Maior a Santo Hadrián. Malpica de Bergatiños (A Coruña)

Iniciamos esta caminata de casi 4 kilómetros en el paseo marítimo de Malpica de Bergantiños, bordeando la playa de Area Maior. Al finalizarlo, el primer tramo es un sendero que sigue el extremo del arenal subiendo entre muros hasta un punto panorámico sobre la villa. A partir de aquí el camino de tierra nos va a llevar hasta la playa de Seaia, en un ambiente más rural.

La ruta va subiendo y llegamos a la fonte Navenllos, donde hacer un alto y gozar de las extraordinarias vistas del litoral de Malpica y del tramo recorrido. Sigue la ascensión que nos va a lleva hasta la ermita de Santo Hadrián (siglos XVI-XVII, renovada en el siglo XIX) y la fonte do Santo, de propiedades milagrosas según la tradición, lugar de leyendas vinculadas con el santo.

Aquí comienza una de las rutas de senderismo más populares de Galicia: “O Camiño dos Faros”, que finaliza en Fisterra. Otro de los atractivos es la visión de las Illas Sisargas, que parece que están al alcance de la mano, y que son un importante refugio de aves.

En la ribera del río

Del área termal de Barbantes a Laias. Cenlle (Ourense)

Esta ruta lineal de apenas 2 kilómetros comienza en al área termal de Barbantes, que cuenta con varias piscinas de aguas hipotermales y servicios turísticos estacionales. Es apta para hacerla en familia, ya que es totalmente llana y recomendable también para bicicletas.

Bajo el nombre de ruta do Miño, la senda no tiene pérdida, contando con algunas balizas de señalización y paneles explicativos sobre la fauna y flora que podemos encontrar en nuestro recorrido. Primero entramos en una zona boscosa en la que crecen algunos ejemplares de alcornoques, acebos pero que está dominada por la presencia de robles jóvenes que nos protegerán en los días de calor extremo que se dan en la cuenca del río Miño.

A continuación vamos por la orilla del río, tratando de localizar ánades, garzas o cormoranes que aprovechan sus riberas para esconderse. Y enseguida encontraremos las instalaciones de la villa termal Laias donde finalizaremos este paseo al pie de la ermita de San Bieito.

En el entorno del embalse de Vilasouto. Incio (Lugo)

Este paseo bordea gran parte del embalse de Vilasouto, construido en el año 1969 sobre la cuenca del río Mao.

Partiendo de la aldea de Eirexalba podemos coger la pista asfaltada que da la vuelta al embalse o bien seguir una senda paralela que discurre más próxima al lago. Se trata de un paseo sencillo, muy apropiado para hacer con niños, que cuenta con zonas de merendero y que, en su última parte, nos ofrece un bosque en el que encontraremos árboles muy variados como castaños, abedules, cerezos fresnos, alisos, chopos, sauces...

Es un paraje ideal para relajarse o practicar algún deporte como la pesca, autorizada durante todo el año para la captura de determinadas especies.

Entre bosques y montañas

La dehesa de la Rogueira. Folgoso do Courel (Lugo)

Localizada en la serra do Courel, la zona de mayor diversidad vegetal de Galicia, encontramos esta ruta que cruza la dehesa de la Rogueira, un bosque atlántico con una diversidad arbórea extraordinaria. Hayas, tejos, arces, castaños y robles, entre otros, fan de este lugar un paraíso para los amantes de la botánica en particular y de la naturaleza en general.

También su fauna es diversa, acogiendo corzos, comadrejas, gatos monteses o lirones, además de especies endémicas del norte peninsular como el tritón ibérico o la rana patilarga.

La ruta comienza en la cima del alto do Couto, a 1.311 m de altitud, por un sendero que se adentra en la dehesa, donde se alternan miradores al valle y al bosque. Es un recorrido lleno de rincones mágicos atravesados por arroyos y balizados por cascadas que nos conducirá hasta las fuentes del Cervo. Ahí encontraremos dos manantiales, uno de aguas calcáreas y otro de aguas ferruginosas famoso por sus propiedades medicinales, y que en la zona son conocidas como las fuentes de la Fame, ya que bebían de ellas para abrir el apetito.

A partir de aquí encaminamos nuestros pasos hacia el mirador de Polín, donde podremos hacer un descanso para disfrutar de las vistas antes de iniciar el camino de vuelta.

La fraga del monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil. Nogueira de Ramuín (Ourense)

En esta ocasión nuestro paseo comienza en un marco espectacular, el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, en el corazón de la Ribeira Sacra, formando uno de los conjuntos más destacados y espectaculares del rico patrimonio monumental de Galicia.

Enseguida nos adentramos en un castañar siguiendo los caminos utilizados durante siglos por monjes y vecinos. Un bosque caducifolio que será necesario recorrer en diferentes épocas del año y disfrutar de los colores dorados del otoño, la desnudez del invierno o la explosión de tonalidades verdes en la primavera. Pequeñas cascadas y riachuelos salpican nuestro caminar. Los árboles nos dejarán huecos a través de los que podremos vislumbrar la majestuosidad del cañón del río Sil. Cañón que observaremos mejor desde el final de nuestra ruta en la aldea de Paradela, desde la que tendremos una visión del tramo recorrido con la imagen del monasterio, imponente en el paisaje.