
Lengua
Galicia incorpora 100 nuevas palabras, algunas imposibles de traducir al español
La Real Academia Galega actualiza el diccionario con novedosos términos como "autofoto" o voces antiguas como "bochinche"

Hay lenguas que respiran casi de forma imperceptible, y otras, como el gallego, que dejan oír ese latido cada vez que incorporan una palabra nueva. La Real Academia Galega (RAG) acaba de sumar un centenar de voces a su Dicionario, un gesto que es también una pequeña arqueología del tiempo: rescata términos que parecían dormidos en la memoria rural,acoge neologismos nacidos al calor de la vida moderna y pule, con precisión, familias léxicas que necesitaban ser completadas.
Entre las novedades destacan varias palabras que no tienen traducción exacta al español, voces enraizadas en la cultura gallega cuya singularidad revela los matices propios de la lengua.
Una de ellas es bochinche, una palabra que podría recordar a “caseta”, “taberna” o “casa de comidas”, pero que en realidad no tiene equivalente exacto en castellano: es un concepto híbrido, muy reconocido en Galicia, que designa un tipo concreto de establecimiento popular. También entra naipelo, término tradicional para las hebras del maíz; poma, una forma patrimonial de “manzana” con resonancias culturales propias; o expresiones como a descomán, equivalente aproximado a “al desmán”, pero sin traslación literal al castellano. A ellas se suma el gentilicio gazano, -a, propio de la localidad coruñesa de Gaza y sin correlato en español.
Más allá de este conjunto especialmente llamativo, la actualización incluye un grupo amplio de términos que completan familias léxicas: antiincendios, bucinada, descifraxe / desciframento, estudantado, polifacetismo, parafusería, postergación, posvenda, ludoteca, enoteca o viñoteca. Todas estas voces ayudan a resolver dudas de uso y escritura, especialmente en palabras que parten de una misma raíz pero que aún no estaban formalmente recogidas.
La Real Academia Galega incorpora también varios términos de carácter tradicional, algunos de ellos muy presentes en el habla popular gallega, como eis, pataqueiro, rianxo o la ya mencionada poma. Se suman asimismo expresiones que vuelven a cobrar protagonismo normativo, como a sabendas de, y un conjunto de neologismos que forman parte del lenguaje contemporáneo: autofoto, surfear, dina, conurbación o feísmo, muy asociado en Galicia al impacto visual desordenado del urbanismo.
La ciencia y la investigación, ámbitos en constante crecimiento en Galicia, también aportan su dosis de novedades: audioloxía, bolboretario / xardín de bolboretas, grampositivo/gramnegativo y galeguística. Con estos términos, el diccionario actualiza la presencia de la terminología técnica y reconoce el uso especializado que se produce en universidades, laboratorios y centros de divulgación.
Detrás de esta ampliación está el trabajo continuo del Seminario de Lexicografía de la RAG, coordinado por el académico Manuel González. El equipo se encarga no solo de incorporar nuevas palabras, sino también de revisar las existentes, completar familias léxicas y atender las sugerencias enviadas por los propios usuarios a través de la pestaña “Axúdanos a mellorar”. De esta escucha activa surgieron, en meses anteriores, entradas como alfombreiro, auguista o bolboretario, y en esta ocasión también gazano.
Con más de 58.000 entradas tras esta actualización, el Dicionario da Real Academia Galega continúa siendo la herramienta de referencia para hablantes, estudiantes y estudiosos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


