Ola de incendios
Galicia supera las 87.000 hectáreas quemadas con seis incendios todavía activos
Larouco, Chandrexa y Oímbra-Xinzo concentran los mayores fuegos mientras brigadas y medios aéreos luchan por contener las llamas en condiciones más favorables
La oleada de incendios que golpea a Galicia desde hace casi dos semanas ha dejado ya 87.240 hectáreas calcinadas, según los últimos datos actualizados por la Xunta tras los vuelos de reconocimiento de los helicópteros de coordinación. Se trata de la peor ola de fuegos de la historia reciente de la comunidad, que mantiene en vilo a pueblos enteros.
El balance oficial, hecho público por la Consellería do Medio Rural, indica que actualmente permanecen activos seis incendios que arrasan 82.000 hectáreas, mientras que otros seis están estabilizados y afectan a 5.240 hectáreas. La magnitud del desastre ha convertido a Ourense en epicentro de la tragedia, con los tres de fuegos más devastadores registrados en Galicia hasta la fecha.
El más voraz es el incendio de Larouco, en la parroquia de Seadur, que alcanza ya las 30.000 hectáreas quemadas. Se ha convertido en el mayor siniestro forestal de la historia gallega desde que existen registros.
Le sigue el de Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso, que se fusionaron en un único frente y calcina 19.000 hectáreas. El tercero en extensión es el de Oímbra y Xinzo de Limia, que arrasa 17.000 hectáreas entre las parroquias de A Granxa y Gundín.
La situación tampoco es menor en A Mezquita, donde el fuego en la parroquia de A Esculqueira ha devastado ya 10.000 hectáreas, ni en Carballeda de Avia y Beade, con 4.000 hectáreas arrasadas. También continúa activo el incendio de Carballeda de Valdeorras, en Casaio, que afecta a 2.000 hectáreas.
Incendios estabilizados
En paralelo, Medio Rural ha informado de varios incendios estabilizados: en Vilardevós, en distintas parroquias como Vilar de Cervos (900 hectáreas), Fumaces y A Trepa (100 hectáreas) o Moialde (600 hectáreas); el de Maceda, en Santiso y Castro de Escuadro, con 3.500 hectáreas; el de Riós, en Trasestrada (20 hectáreas); y el de Montederramo, en Paredes (120 hectáreas).
Otras noticias positivas llegan con los fuegos controlados de O Saviñao (60 hectáreas) y Agolada (400 hectáreas), así como con la extinción completa de los de Cervantes (140 hectáreas), Muxía (24 hectáreas) y A Fonsagrada (142 hectáreas).
La combinación de altas temperaturas, sequía y la orografía de las sierras orensanas convierte la lucha contra el fuego en una compleja tarea. Brigadistas, vecinos y efectivos de la UME trabajan sin descanso para proteger núcleos habitados, mientras los medios aéreos descargan miles de litros de agua sobre los frentes más virulentos.
Con todo, las condiciones meteorológicas comienzan a dar un leve respiro. La bajada de las temperaturas y la llegada de una humedad algo más elevada han permitido contener parcialmente algunos frentes.