
Memoria Democrática
El Gobierno reconoce al Pazo de Meirás y a las islas de San Simón y San Antón como Lugares de Memoria Democrática
El Ejecutivo inicia el procedimiento para proteger y difundir espacios vinculados a la represión franquista
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó hoy el inicio del procedimiento para declarar el Pazo de Meirás, en Sada (A Coruña), como Lugar de Memoria Democrática. Esta figura, recogida en la Ley de Memoria Democrática de 2022, busca garantizar la protección, la difusión y el conocimiento de espacios marcados por hechos de especial relevancia para la memoria histórica del país.
Según recoge EFE, el procedimiento, que se prolongará como máximo doce meses, contempla medidas de protección y de divulgación. Entre ellas, la instalación de placas y paneles interpretativos, la creación de recursos audiovisuales y digitales y la señalización de espacios de homenaje a las víctimas.
La historia del Pazo de Meirás
Construido a finales del siglo XIX, el Pazo de Meirás fue residencia y lugar de trabajo de la escritora Emilia Pardo Bazán. Sin embargo, en 1938, en plena Guerra Civil, fue entregado al dictador Francisco Franco tras una recaudación forzosa de fondos y expropiaciones impulsadas por una junta afín al bando sublevado.
Desde entonces, se convirtió en su residencia oficial de verano hasta su fallecimiento, y posteriormente permaneció en manos de su familia. En 2020, la Justicia determinó que el inmueble debía volver al Estado al considerarse fraudulento el proceso de adquisición y haberse utilizado de manera prolongada para fines públicos.
San Simón, la isla del dolor
Las islas de San Simón y San Antón cuentan también con un pasado marcado por la tragedia. Aunque en su origen funcionaron como lazareto, tras el golpe militar de 1936 fueron transformadas en colonia penitenciaria y campo de concentración franquista.
Entre 1936 y 1943 pasaron por sus instalaciones más de 5.600 prisioneros republicanos, muchos de ellos procedentes de toda Galicia y, más tarde, de otras regiones de España, especialmente de Asturias.
El penal, saturado de reclusos, llegó a albergar a más de 2.000 personas al mismo tiempo. La etapa más dura se vivió entre 1939 y 1943, con la llegada masiva de presos de edad avanzada. Según el Ministerio de Memoria Democrática, se han documentado más de 517 muertes en la isla, además de ejecuciones extrajudiciales.
Críticas de los colectivos memorialistas
Pese al avance que supone la declaración de estos espacios, varios colectivos memorialistas gallegos denunciaron ayer su exclusión del proceso.
Según informa EFE, las asociaciones lamentan que el Gobierno haya incoado de oficio el expediente tras dejar caducar en junio la petición que habían presentado, lo que, según afirman, contribuye a blanquear el expolio de la familia Franco sobre el Pazo de Meirás.
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