Una nueva muerte en el Halo de Vigo abre el debate sobre su seguridad

La estampa del ascensor Halo de Vigo, uno de los grandes proyectos de ciudad del alcalde Abel Caballero, ha vuelto a teñirse de luto esta mañana, cuando se ha conocido la muerte de un joven que se precipitaba al vacío la pasada noche desde el mirador que contempla la urbe.

Se trata de la segunda persona que pierde la vida en esta futurista infraestructura. Todavía sin datos por parte de la investigación que está llevando a cabo la Policía Nacional, podría tratarse de un nuevo suicidio, dada la imposibilidad de caer al vació desde arriba por un golpe de viento o mala suerte: el cilindro que da forma a la estructura tiene dos metros de ancho, con lo que para acercarse a su borde es necesario subirse al mismo y caminar hasta el borde.

Antes del trágico suceso de esta noche, otra muerte envuelve el devenir del Halo en su corto período transitable. La anterior, el 6 de febrero, cuando otro joven se precipitó a la calle desde el mirador.

A la espera de lo que puedan deparar las investigaciones, las dos muertes apuntan a suicidios, abriéndose así el debate sobre la seguridad de este proyecto que parece haber nacido envuelto en la polémica.

No en vano, el desarrollo de las obras multiplicó el coste de la infraestructura, que pasó de un precio inicial de 7,2 millones a uno final de 15,8 millones. Más del doble de incremento que desde el ayuntamiento justifican en la subida del coste de los materiales y en el propio avance del proyecto.

Evaluación de los técnicos

En cualquier caso, hasta la fecha han pasado por la estructura cerca de 30.000 personas y ahora, más allá del debate económico, surge el de la seguridad.

Desde el ayuntamiento se han limitado por ahora a emitir un escueto comunicado de tres líneas en el que afirman estar “a la espera de conocer las circunstancias del fallecimiento de una persona esta madrugada en el Halo”. “Una vez dictaminadas las causas de este suceso, serán los técnicos municipales los que evalúen la situación y determinen la línea a seguir”, añaden.