Infraestructuras
El polémico ascensor Halo de Vigo: una obra futurista y con sobrecoste
El ascensor Halo de Vigo suma más de 25.000 usuarios en sus primeros días tras un desembolso de 15,8 millones, el doble del previsto
Un halo es una de esas luces pálidas que se vislumbran, a veces, alrededor del sol y de la luna. Una aureola. Un círculo de luz difusa en torno de un cuerpo luminoso, para ser más académicos. Pero en Vigo, desde hace tiempo, el Halo es una obra futurista, un ascensor traído hasta el presente que permite, en menos de treinta segundos, salvar una distancia que, a pie, supondría unos 15 minutos.
Aproximarse al Halo desde abajo impone, pese a estar medio camuflado entre las torres de García Barbón. Desde allí, desde la parte baja de la ciudad, un tubo enorme se eleva hasta la zona del centro comercial Vialia: dos ascensores, gratuitos y con cabina para 17 personas, que conducen hasta una pasarela circular de cristal templado translúcido. Un halo que otea la urbe con unas vistas difíciles de anticipar.
Sin embargo, como casi todos los proyectos de Vigo, el Halo tampoco ha estado exento de polémica. Puesto en marcha, aunque sin inauguración oficial para evitar sanciones, a apenas dos días de las elecciones del pasado domingo, el ascensor tenía un coste inicial de 7,2 millones. El precio, finalmente, se ha elevado más que la propia infraestructura alcanzando los 15,8 millones de euros.
Referente del proyecto ‘Vigo Vertical’ impulsado por el alcalde socialista Abel Caballero -rampas, ascensores y escaleras mecánicas que se suceden por la urbe con el objetivo de salvar sus abultadas pendientes”- el Halo suma ya más de 25.000 usuarios en sus primeros días de funcionamiento.
Y lo hace pese a no haber sido todavía inaugurado. Algo extraño en el Vigo de Abel Caballero, alcalde propenso a grandes actos de inauguración en los que ha llegado a sorprender con pianos de cola que amenizaban, primero, la víspera y dotaban de contenido musical, después, el desarrollo del evento.
A falta de inauguración oficial
“Hay que hacerle el honor que merece”, anticipa ya el regidor socialista, propenso a esos grandes fuegos de artificio para poner en valor todo lo suyo. “Es excepcional, no conozco otro ascensor público en Europa de estas características”, sostiene, avanzando hipérboles futuras que, casi con total seguridad, se irán sucediendo hasta hacer del Halo el mejor ascensor del mundo.
Un esfuerzo económico que, para el alcalde, sin duda ha merecido la pena. Hasta el punto de negar ese sobrecoste pese a la evidencia de los números: de 7,2 a 15,8 millones.
En este sentido, la estimación inicial se quedó corta y la obra se licitó en abril de 2022 por 12,6 millones, de los que el Gobierno central, a través de Fondos Europeos, aportaría 6 millones. El ejecutivo local justificó entonces este incremento por el propio diseño del proyecto y por el precio de las materias primas.
Más tarde, a mediados de 2023, se aprobó una modificación que incluía otra serie de mejoras, disparándose el presupuesto hasta los 15,8 millones. Aumento que, aun negándose a reconocerlo, bien podría valer la pena para, en palabras de Caballero, “una de las grandes obras” en la historia de la ciudad.
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