El parador más bonito de España: historia y leyenda del nuevo mundo

Al sur de las Rías Baixas, protegida por el mar y con vistas a la Bahía de Baiona, se esconde la península de Monterreal. Un lugar donde, entre los siglos XI y XVII se levantó una fortaleza que sumaba tres kilómetros de perímetro amurallado, con diferentes torres y puertas.

Este fuerte, que recibía el mismo nombre de Monterreal, surgió ante la prosperidad de una villa a la que arribó el 1 de marzo de 1493 la Carabela La Pinta, marcando el devenir histórico de Baiona, primer lugar que tuvo conocimiento del nuevo mundo.

Baiona se convirtió, así, en puerto comercial, pesquero y militar de primer orden, muchos siglos antes de transformarse en uno de los destinos turísticos de referencia de las Rías Baixas.

La prosperidad de la villa había despertado desde siempre la codicia de piratas y armadas extranjeras.

Fueron frecuentes las incursiones del duque de Lancaster (s. XIV) o del corsario Francis Drake (s. XVI), lo que llevó a Felipe II a destacar allí hasta 17.000 soldados, ya que consideraba a Baiona la “llave de sus reinos”. Una época a la pertenece, también, el conde de Gondomar, que jugó un papel importante en la defensa de Baiona y su comarca, lo que le llevaría a ocupar un lugar destacado en la corte.

Con el tiempo, sin embargo, llegaron la paz y la estabilidad política, cayendo en desuso una fortaleza que, en 1963, adquirió el Ministerio de Turismo para convertirla en parador nacional en 1966.

El parador

Toda esta historia a sus espaldas confiere al parador una estampa a medio camino entre castillo medieval y palacio señorial gallego. Un lugar que el visitante puede disfrutar por la ronda de la muralla, que rodea la antigua fortaleza a los pies del mar que se extiende más abajo, casi infinito a los pies de la muralla.

En esa ruta que abraza el parador se alternan las vistas de la villa -el puerto con el club de yates, la bahía con sus playas y el océano Atlántico con las islas Cíes- con la arquitectura del recinto.

Allí se levantan la torre del reloj, que servía para vigilar y avisar de la llegada de los enemigos; la torre de la tenaza, utilizada como cárcel para encerrar prisioneros en sus mazmorras; y la torre del Príncipe, una rica fuente de leyendas en las que hay quien afirma que se inspiró el mismísimo Alejandro Dumas al escribir su novela 'El hombre de la máscara de hierro'.

En esa circunvalación exterior surgen, también, diferentes arenales, puntos de entrada de la costa, aquí y allá, en forma de la playa de Cuncheira, de la de Os Frades, de la de Barbeira y de la Ribeira.

Y para dar sentido a todo, cierra el círculo, a los pies de la fortaleza, el grupo escultórico de granito encuentro entre dos Mundos, monumento erigido para conmemorar el quinto centenario de la llegada de La Pinta al puerto de Baiona.

El parador más bonito de España

Este marco incomparable, acompañado de un puñado de historia de nuestro país, hacen del parador de Baiona el más bonito de toda España. O al menos eso consideran los más de 45.000 viajeros que participaron en la encuesta promovida por la prestigiosa guía de viajes Lonely Planet, a través de su cuenta de Instagram (@lonelyplanet_es).

Más del 61% de los participantes seleccionaron Baiona como el mejor parador de España, superando al de Granada.

Hoy el parador acoge al visitante con estancias regias y elegantes, capaces de transportarlo hasta otra época. El recibidor, enmarcado por una majestuosa escalera de piedra, y un inmenso jardín con vistas a la bahía completan un conjunto que lleva ahí, erguido sobre el mar, más de media vida. O la vida entera de la villa de Baiona.