“Pinza” PP-BNG en el Parlamento de Galicia

Los socios habituales no siempre tienen que serlo en todas las situaciones. Y menos en el escenario político actual, en el que determinados modos de operar tienen consecuencias que influyen en la estabilidad de los acuerdos tácitos.

Algo así sucede en Galicia, donde el BNG consolidaba en las últimas elecciones de febrero su posición de liderazgo en la oposición, pasando de 19 a 25 parlamentarios, en detrimento de un PSOE que bajaba de 14 a 9.

Un escenario de pujanza nacionalista que está provocando grietas en una habitual alianza que permite a ambos socios gobernar en distintos ayuntamientos de Galicia o en las Diputaciones de Lugo y A Coruña.

Sin embargo, los socialistas gallegos han arremetido hoy contra el Bloque acusándole de hacerles la “pinza” con el PP para restarle a su líder, José Ramón Gómez Besteiro, un ‘careo’ con el presidente Alfonso Rueda en el Parlamento.

Esta estrategia tiene como gran beneficiado a la cuarta fuerza política en discordia, Democracia Ourensana, formación del controvertido alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que en los últimos comicios autonómicos lograba abrirse hueco en el Parlamento de Galicia con un representante, Armando Ojea.

En este marco, la diputada socialista Lara Méndez censuraba hoy en una rueda de prensa la “alianza vergonzosa” entre populares y nacionalistas para “limitar la capacidad para ejercer su tarea de control” a los socialistas al otorgar el derecho a participar a Ojea en las preguntas al presidente en uno de los plenos de este período de sesiones en detrimento de los socialistas gallegos.

La socialista denuncia la “manipulación evidente de los procedimientos parlamentarios” para quitarles una de las preguntas al presidente a través de la “excusa” de cedérsela al Grupo Mixto.

Méndez ha defendido que dicho Grupo Mixto disponga de la oportunidad de formular preguntas al presidente, pero no a costa de que esta sea “recortada de los derechos del PSdeG”,

En este contexto, la portavoz socialista ha afirmado afirma que la decisión, adoptada ayer en la junta de portavoces en la que se configuró el calendario del nuevo período de sesiones hasta Navidades, carece de “precedentes”. “Es la primera vez que un grupo parlamentario plenamente constituido se ve privado de participar en una sesión de control al presidente”, ha destacado.

“Un burka para silenciarnos”

En esta línea, la excaldesa de Lugo ha recordado que en la legislatura 2016-2020 los tres grupos de la oposición plenamente constituidos dispusieron de su respectiva pregunta al presidente en todos los plenos ordinarios, incluyendo el BNG, que entonces tenía 6 representantes en la Cámara, menos de los 9 que tiene hoy el PSdeG.

Además, ha señalado en la anterior legislatura, entre 2020 y 2024, los dos grupos de la oposición tuvieron siempre el mismo número de preguntas al presidente y dos proposiciones no de Ley como mínimo, “incorporando criterios de proporcionalidad en las interpelaciones y preguntas al gobierno, que aceptamos con total naturalidad”.

“Quieren ponernos un burka para silenciarnos”, ha señalado la exalcaldesa de Lugo, que ha avanzado que los socialistas “lucharán” para que se les mantenga la posibilidad de participar en la sesión de control de todos los plenos del curso.

“La calidad democrática no puede sacrificarse en aras de connivencias, convivencias o pinzas políticas”, ha insistido, antes de lamentar lo que considera una “muestra de autoritarismo y de falta de respeto por las reglas del juego democrático” con el objetivo de limitar la capacidad de los socialistas para hacer oposición y limitar la transparencia y la rendición de cuentas del gobierno.