Tráfico de drogas

El superviviente del primer asesinato del narcotráfico en Galicia muere en Vilagarcía tras 21 años prófugo

Luis Jueguen Vilas, socio del histórico Pablo Vioque y del que se desconocía su paradero, ha sido velado y enterrado en la localidad pontevedresa

Imagen de archivo de venta de flores en un cementerio.
Imagen de archivo de venta de flores en un cementerio. Eduardo MargaretoAgencia ICAL

El nombre de Luis Jueguen Vilas retrotrae directamente a los inicios del gran tráfico de drogas en Galicia. Un relato que se sitúa varias veces al borde de la muerte, en un período en el que los grandes capos del otro lado del Atlántico comenzaban a hacer fortuna de un modo un tanto insospechada.

Así, por ejemplo, Vilas fue uno de los cuatro protagonistas que, en marzo de 1992, en Benavente (Zamora), participó en el primer tiroteo de la historia del narcotráfico gallego, que se cobró, también su primera víctima de sangre: el entonces tesorero de la Cámara de Comercio de Vilagarcía y primo de Luis Jueguen, José Manuel Vilas Martínez.

Jueguen Vilas lo ha hecho este lunes, en Vilagarcía, a los 79 años, y tras llevar 21 años en busca y captura, sin que nadie en el lugar sepa explicar cómo es posible pasar desapercibido en casa siendo un prófugo.

Deja tras de sí la historia de un hombre que, desde la vicepresidente de la Cámara de Comercio de Vilagarcía, era la persona de confianza de Pablo Vioque, uno de los nombres propios de aquellos primeros años del narcotráfico en la Comunidad, y que terminó falleciendo a causa de un cáncer a mediados de diciembre de 2008.

Durante esa época, Vioque, mientras que tejía su sospechosa red de contactos con los contrabandistas de tabaco, movía los hilos de la Cámara de Comercio y de Alianza Popular en Vilagarcía, hasta que Manuel Fraga tuvo conocimiento de sus quehaceres y lo apartó tanto del ente como del partido.

Jueguen Vilas supo sobrevivir a su jefe, a la justicia y a la violencia que comenzaba a imperar en el narcotráfico en Galicia, como evidenció el mencionado tiroteo en Benavente.

Una refriega que se originó a raíz de un alijo de dos toneladas de cocaína que en 1991 la organización, con Vioque a la cabeza, intentó introducir en aguas gallegas a bordo de la embarcación 'Dobell'.

Estos hechos fueron los que propiciaron el encuentro con los colombianos en Benavente y de donde Jueguen Vilas pudo escapar y llegó a la estación de autobuses. Allí, se subió a uno con dirección a Galicia donde lo esperaba 'don Pablo'.

Años más tarde, la confesión de Manuel Vázquez Vázquez, el cabecilla del clan de Os Piturros, revelaba al tribunal la operación fallida del 'Dobell', que se traducía en una condena para Jueguen Vilas de 15 años de cárcel.

En el juicio celebrado en 2003, al que no se presentó Luis Jueguen, que se encontraba en libertad bajo fianza la cual aprovechó para fugarse, el abogado Pablo Vioque fue condenado a 18 años de cárcel.

Desde ese momento, Luis Jueguen se encontraba en búsqueda y captura. Algunos años, según han apuntado varias fuentes, vivió en Argentina, pero ahora fue velado en el tanatorio de Vilagarcía de Arousa y el funeral se celebró en la iglesia de Carril. Un misterio más del narcotráfico gallego.