Investigación

Tragedia en O Porriño: la empresa asegura que Teresa renunció al servicio minutos antes de ser asesinada

Sostiene que comunicó su decisión al Ayuntamiento y a la familia de la usuaria tras la denuncia de acoso por parte de la víctima

O Porriño (Pontevedra), 30/07/2025.-Vista de la concentración por el crimen de una trabajadora del servicio de ayuda en el hogar en O Porriño (Pontevedra), presuntamente asesinada por el marido de una usuaria a la que atendía, ha intensificado la exigencia de protocolos por parte de un colectivo que se siente desprotegido.EFE/ Salvador Sas
Imagen de un ramo en la concentración por el crimen de una trabajadora del servicio de ayuda en el hogar en O Porriño (Pontevedra).Salvador SasAgencia EFE

La empresa Aralia, concesionaria del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) en el municipio pontevedrés de O Porriño, ha roto su silencio tras la muerte violenta de una de sus trabajadoras, Teresa, presuntamente a manos del marido de una usuaria a la que atendía. Según detalla el informe remitido por la compañía a la Guardia Civil, la auxiliar había expresado su deseo de dejar el servicio en ese domicilio apenas minutos antes del suceso.

Los hechos se remontan al martes de la tragedia. Poco antes de las 8.30 horas, Teresa se comunicó con el equipo de coordinación de Aralia para informar de su renuncia al servicio que prestaba en el domicilio donde posteriormente sería hallada sin vida. En la llamada, explicó que el día anterior había sufrido una situación de acoso por parte del marido de la usuaria.

Aunque se mostró esquiva y no detalló con claridad lo sucedido, desde Aralia interpretaron su mensaje como una denuncia de acoso e iniciaron de inmediato las gestiones para reorganizar el servicio.

Según el informe, esa misma mañana, a las 08.32 horas, la empresa contactó con la hija de la usuaria para informarle de la situación y confirmar que Teresa no acudiría a prestar el servicio. Dos minutos más tarde, Aralia notificó a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de O Porriño lo ocurrido. Y antes de las nueve menos veinte una de las coordinadoras envió un correo a la responsable de la empresa comunicando formalmente la renuncia.

Pese a todo, Teresa acudió al domicilio, quedando su fichaje registrado al filo de las nueve de la mañana. Minutos después respondió por mensaje que, aunque renunciaba al servicio por “acoso laboral”, ofrecería un margen de 15 días para buscar una sustituta.

Este fue el último mensaje conocido de la trabajadora. Tres horas más tarde, a las 12.21, otra usuaria a la que debía prestar asistencia notificó a la empresa que Teresa no se había presentado a su cita. Desde la coordinación intentaron localizarla y veinte minutos después la Guardia Civil les comunicaba el fatal desenlace.

Advertencias y contexto

El informe de Aralia también recoge detalles sobre el entorno laboral. El lunes anterior, el Ayuntamiento de O Porriño informó a la empresa de una queja de la hija de la usuaria porque Teresa no estaba cocinando.

La auxiliar explicó que esa tarea la realizaba el marido de la usuaria por petición propia y aprovechó para relatar que la anciana era reacia al aseo e incluso en ocasiones le levantaba la mano. Además, describió el entorno como “complejo”, ya que el marido exigía mucha atención y dificultaba su labor.

Horas después del asesinato, el yerno de la usuaria llamó a la empresa para comunicar que el presunto agresor no estaba bien psicológicamente y estaba pendiente de una cita con el servicio de neurología. Añadió que no era la primera vez que se le pedía al hombre que saliera a pasear mientras Teresa estaba en la casa, ya que su presencia lo ponía “muy nervioso”.