Vigo y el árbol de Navidad que “va a llegar a Marte”

La Puerta del Sol es el kilómetro cero de Vigo. Un espacio entre edificios que esconde el corazón del casco viejo y que la urbe, poco a poco, ha ido ganando para sí, alejándolo de la modernidad y del ruido incesante de los coches hasta hacer de él un lugar para peatones.

Aunque en él ya no queda puerta de acceso a la ciudad -el recinto amurallado se derribó en 1862, cayendo también este acceso que miraba al sol naciente-, este sigue siendo el punto neurálgico de Vigo. El lugar donde, desde hace años, comienza la Navidad para vecinos y visitantes; el espacio desde el que el alcalde, Abel Caballero, da el pistoletazo de salida a unas fiestas con las que “algunos querían competir”.

Algo impensable para el propio regidor –“competir conmigo no es buena idea”-, que esta misma semana se ha acercado a la puerta del Sol para observar el inicio del montaje del árbol de Navidad que, este año, “va a llegar a Marte”.

“El árbol de Navidad de Vigo este año va a rozar Marte. Que Munk no se empeñe, que llegaremos nosotros antes con el árbol que él con los satélites espaciales que lanza. Porque el árbol de Vigo es así”, sentencia Caballero.

Una estructura metálica que este año aspira a medir más que el anterior, cuando se elevó hasta los 44 metros de altura. Y que estará acompañada por ‘pequeños’ árboles: hasta 8 de otros 8 metros cada uno. “Por aquello del ocho-ocho”, explica Caballero. Altura y acompañantes fáciles de comunicar y recordar.

La base de dichos árboles formará una bancada para que residentes y turistas puedan sentarse a disfrutar del espectáculo de luz y sonido.

Será parte del amplio paquete de la Navidad, que este año será “la mejor que hicimos en Vigo”, afirma Caballero. Para ello, en las próximas fechas la ciudad tendrá iluminadas 420 calles con 11,5 millones de luces led. Se instalarán 1.300 arcos ornamentales, se iluminarán 2.500 árboles, habrá elementos luminosos en plazas, mercados y edificios municipales y habrá 15 elementos luminosos en 3D de unos 3 metros de altura.

“Es que las grandes ciudades del mundo, después de Vigo, que es la más grande del mundo, pues iluminan, no sé, 30, 40, 50 calles. Nosotros, 420”, ironiza el regidor para otorgar más fuerza a todas estas cifras.