La Xunta de Galicia ha confirmado el lanzamiento del Bono Alquiler Joven para el próximo mes de febrero, una iniciativa cuyos fondos provienen del Gobierno central y que tiene como objetivo ofrecer ayudas económicas de hasta 250 euros al mes para jóvenes gallegos con dificultades para afrontar el pago de su alquiler. Este bono, dotado con un presupuesto de 11,2 millones de euros en dos anualidades, se presentará con una asignación inicial de algo más de 5 millones para este año, lo que permitirá aprobar entre 2.000 y 2.500 ayudas. Sin embargo, la conselleira de Vivienda, María Martínez Allegue, ha subrayado que esta cifra resulta "insuficiente" para dar respuesta a las necesidades de la juventud gallega, que supera el millón de personasmenores de 36 años.

Según las cifras del Gobierno gallego, con esta partida inicial no se alcanzará ni el 1% de los jóvenes que residen en Galicia, lo que pone de manifiesto la limitación de la medida ante la magnitud del problema habitacional. Además, las ayudas estarán sujetas a un límite de renta de 600 euros al mes en las ciudades gallegas, lo que podría dificultar el acceso de muchos jóvenes a este beneficio en áreas con un alquiler más elevado.

La conselleira de Vivienda también ha aprovechado la rueda de prensa para expresar su preocupación por la duplicidad de programas a nivel estatal y autonómico, criticando la falta de coordinación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Martínez Allegue señaló que el Bono Alquiler Joven del Gobierno central se solapará con otras ayudas ya existentes en Galicia, como el bono social para víctimas de violencia machista y desahucios, o las ayudas ordinarias para jóvenes y familias monoparentales. Esta duplicación de programas, según la conselleira, puede generar confusión entre los beneficiarios y dificultar la correcta aplicación de los fondos.

En este sentido, la conselleira insistió en la necesidad de unificar los programas de ayuda al alquiler, evitando la imposición de medidas desde el Gobierno central que no se ajusten a las realidades y necesidades de cada comunidad autónoma. La Xunta reclama que, en el futuro, el Ministerio de Vivienda trabaje de manera coordinada con las comunidades para crear un sistema de ayudas más claro y eficiente.