Gastronomía
Roscón para endulzarte
Aunque el roscón tiende a consumirse la noche de Reyes, su origen no se remonta a la llegada de los Reyes Magos a Belén. Éste dulce proviene de unas fiestas dedicadas a celebrar los días más largos, que empezaban a venir tras el solsticio de invierno
Ya se acaban las navidades, pero sin duda, lo que nos endulzará un poco más este fin y nuevo comienzo de año será el roscón de reyes. En estas fechas se ha convertido en uno de los desayunos (y meriendas) más típico. Los hay de nata, de crema, de mazapán, de chocolate u otras innovaciones, de mojar, de no mojar. Y luego están los que se comen la fruta escarchada, que juegan en otra liga. El caso es que da lo mismo cómo sea, en navidades todos tendemos a comernos un trocito de este dulce tan navideño que se quedará almacenado en alguna parte de nuestro cuerpo para acumular reservas durante un largo periodo de tiempo.
Lo que no sabemos es que, aunque el roscón tiende a consumirse en Navidades, y sobre todo en la noche de Reyes no tiene nada que ver con la llegada de los Reyes Magos a Belén. Su origen proviene de unas fiestas dedicadas a celebrar los días más largos, que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para estos festejos se elaboraban unas tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel, que se repartía por igual entre los plebeyos y esclavos.
Y lo del muñequito, innovaciones nuestras. En el siglo III se introducía una haba seca y el afortunado al que le tocaba era nombrado “Rey de Reyes” durante un corto periodo de tiempo. Posteriormente fue sustituida por una figura de plástico que representa al niño Jesús y que simboliza cuando José y María escondieron al niño para salvarlo de Herodes. Quien encuentra el muñeco se convierte en el padrino del Niño de Dios. Además se dice que la forma circular del dulce simboliza el amor infinito a Dios y que las frutas que aparecen en él representan las coronas de los Reyes que buscaban al niño Jesús. Éste pan tradicional del 6 de enero que endulza cada año la mesa de miles de hogares se vende en grandes cantidades. El año pasado los españoles consumieron más de 30 millones de roscones, y de los más de 30 millones cerca de la mitad procede de pastelerías y panaderías artesanas. Coman roscones, que una vez al año no hace daño.
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