Gastronomía

¡Viva España!

Pepe Morán dirige el restaurante De la Riva

Pepe Morán, dueño del restaurante De La Riva.
Pepe Morán, dueño del restaurante De La Riva.Alberto R. RoldánLa Razón

Uno no debería sentirse sólo español cuando ve a Rafa Nadal ganar en Roland Garros ni tampoco atormentarse de envidia en exceso cuando escucha la orgullosa Marsellesa mientras ve Casablanca la ¿vigésima? vez. En Madrid no existe sinónimos de charnego o maqueto por lo que cualquier forastero se puede sentir madrileño o español desde el minuto uno por el mero hecho de pasear por La Castellana o tomar cañas en un bar de Chueca. Y es que la cocina madrileña ha acogido con mimo a los establecimientos gallegos, asturianos, vascos (si un restaurante en los años ochenta se consideraba «de lujo» este era vasco), andaluces… Y los ha hecho suyos.

Si tuviera un amigo en Milwaukee y le quisiera descubrir la idiosincrasia de Madrid para hacerle sentir como Ava Gardner me vendrían dos lugares a la cabeza en un microsegundo: El Corral de la Morería y… De la Riva. Pepe Morán, su propietario, le meterá Madrid por la vena aunque sea antitaurino, independentista o de Bildu. Y saldrá (lo prometo) cantando el «… ¡Y viva España!», de Manolo Escobar, calle abajo como en la toma de la Bastilla.

El visceral Pepe maneja la casquería desde el callo a la molleja, los sesos, un hígado de pregón de San Fermín… El congrio en salsa verde, el pecho de ternera como platos emblema de la casa. O su tortilla de patatas hecha al momento o unos mariscos que harían palidecer al mejor de O Grove. También verduras, guisos de temporada y las escogidas setas, que están ahora en su sazón. Todas recitadas a viva voz por Pepe le provocarán un incontenible grito como el de «Viva Honduras», de Trillo, sustituyendo al país centroamericano por el de la madre patria. Postres, todos caseros de factura muy clásica: arroz con leche, natillas o el singular postre de chirimoya.

Atención al mimo que Pepe pone en los Primatos (botellones de 27 L), que son gozosos sólo por verlos y se abren uno o dos en cada función. Un servicio de vino diferente, único y muy exclusivo.

De la Riva no es El Museo del Prado, tampoco el Palacio Real, pero al entrar se sentirá como comprando un décimo de lotería en Doña Manolita… Sabiendo que le va tocar.

Cocina: 8,5 Bodega: 6,5 Sala: 9 Felicidad: 9

Dónde: C/ Cochabamba, 13 (Madrid).

Tel.: 91 458 89 54.

Precio medio:

50 euros.

restaurantedelariva.com