Tres generaciones de la familia García

Cata de lujo para celebrar el 20 aniversario de Bodegas Monteabellón

Abanderada de la “nueva” Ribera del Duero

Imagen de la mesa de cata con las bodegas representadas
Imagen de la mesa de cata con las bodegas representadasBodegas MonteabellóBodegas Monteabellón

Tras dos décadas elaborando vinos en la Ribera del Duero, Bodegas y Viñedos Monteabellón celebró el jueves veinte cumpleaños para abanderar esa “nueva” Ribera que lleva varios años haciéndose hueco y atrayendo cada vez mayor interés desde la defensa del territorio, la identidad, la singularidad con gran hincapié en la diversidad de suelos. Éste es el camino por el que viene discurriendo la historia de esta casa, Monteabellón, asentada en la pequeña localidad burgalesa de Nava de Roa.

Con esta carta de presentación, para la celebración de su 20 aniversario fueron invitadas otras seis bodegas ribereñas, muy diferentes entre sí pero con un denominador común como es la importancia en la diversidad de los suelos y un respeto máximo por la viticultura. Una representación con la que acreditar territorios, bodegas y vinos que confluyen bajo el paraguas común que representa la DO Ribera del Duero. Seis casas con la calidad como bandera desde su singularidad pues tienen orígenes muy distintos al igual que muy diferentes perfiles. Se trata de Mauro, Arzuaga, Francisco Barona, Dominio de Atauta, Hermanos Sastre y Marta Maté. Bodegas presentes en el cumpleaños de Monteabellón representadas por algunos de sus principales responsables (enólogos, gerentes y propietarios) y sus vinos. Y es que para este especial cumpleaños Monteabellón contó con la participación del Master of Wine Tim Atkin, encargado de dirigir una cata con referencias seleccionadas de cada una de esas firmas, además de dos etiquetas de la casa anfitriona con las que se ha abierto y cerrado dicha cata (Finca Matambres 2017 y Finca La Blanquera 2017, respectivamente).

Tres generaciones

Una bodega que funda la familia García, vinculada al campo y la viticultura durante tres generaciones, donde la experiencia y el buen hacer acumulado les anima, hace algo más de veinte años, a poner en marcha su propio proyecto bodeguero. El nombre elegido se corresponde con el nombre del monte Abellón, un espacio propiedad de Nava de Roa que durante el siglo pasado ya se venía dedicando al cultivo de la vid principalmente.

En la actualidad Bodegas Monteabellón cuenta con 175 hectáreas de viñedo distribuidas en distintas parcelas repartidas principalmente por el municipio burgalés, cada una de ellas con sus propias características ya que se localizan a diversas altitudes sobre diferentes tipos de suelos lo que se traduce en seis vinos de variados perfiles. Sólo trabajan con variedades autóctonas, la mayor parte tempranillo –pues disponen en torno a un 5% de merlot–, y todo viñedo propio. Además, destaca su inversión en I+D+I gracias al plan CDTI con un estudio en profundidad de los suelos y las bacterias que se encuentran en los mismos para conseguir de este modo una bajada del PH tanto de los diversos suelos como en los propios vinos. Lo que conllevará, en un futuro, a una mayor longevidad y mayor estabilidad microbiológica de sus elaboraciones.

En lo que refiere a la viticultura, prefieren no emplear productos químicos en sus viñedos permitiendo así que la fauna haga su papel durante el desarrollo de las cepas. Una filosofía empresarial con la que además contribuyen de manera muy positiva a la reducción de emisiones de CO2 y con ello ponen su granito de arena en la

lucha contra el cambio climático. Y en lo que a la elaboración respecta, cuentan con unas amplias y modernas instalaciones con un parque de 2.224 barricas de las que el 70% son francesas y el resto de roble americano.

Viñedos, zonas, suelos y vinos

Convencidos de la importancia de la viña para la elaboración, Monteabellón tiene los viñedos entre territorio de Burgos y de Valladolid, y distinguen tres zonas por alturas entre las que se distribuyen sus parcelas.

La más baja se sitúa a una altitud de entre 760 y 800 metros sobre suelos franco-arenosos con canto rodado. Son los viñedos más cercanos al río Duero y a partir de los que elaboran sus vinos más jóvenes, fresco y fáciles de beber (Avaniel Rosado y Avaniel Tinto). La media supera esos 800 metros (hasta los 830), el terreno es franco arcilloso, con contenidos de caliza y arcilla, y suelos que retienen bien el agua y los nutrientes lo que favorece vinos con alta concentración frutal, con cuerpo y tanino. Es de aquí de donde proceden Monteabellón 5 Meses y Finca Matambres. Por último, la zona alta se mueve en una horquilla de 830 a 950 metros de altura donde el suelo es calcáreo arcilloso, pedregoso y rico en contenido calizo con poca retención hídrica y viñas sometidas a condiciones climatológicas extremas. Son las parcelas elegidas para sus vinos de larga crianza: Finca la Blanquera y Monteabellón 14 meses.