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Salud
Alimentación y horario de invierno: estrategias para mantener el equilibrio
Hasta un 64% de los españoles prefiere acabar con el cambio de hora
El próximo domingo 29 de octubre, estaremos ajustando nuestros relojes al horario de invierno, lo que implica retrasar una hora en el reloj. En otras palabras, cuando el reloj marque las 03:00 horas, lo retrocederemos a las 02:00 horas, lo que nos brindará una valiosa hora adicional de sueño esa noche.
La transición a este horario ha sido objeto de numerosos debates, ya que su motivo original era el ahorro energético. Sin embargo, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), hasta un 64% de los españoles preferiría poner fin a esta práctica.
A pesar de las diferencias de opinión sobre el cambio de hora, el horario de invierno también afecta a una parte de la población, causando desajustes en el reloj biológico que pueden manifestarse en forma de fatiga, estrés, irritabilidad, mal humor y problemas de sueño. Aunque estos síntomas generalmente son temporales y duran solo dos o tres días mientras nuestro cuerpo se adapta nuevamente, surge la pregunta de cómo reducir estos efectos incómodos. Aquí es donde entran en juego los hábitos y rutinas, y algunos de ellos están relacionados con la alimentación.
La relación entre una dieta saludable acompañada de ejercicio y el bienestar físico es ampliamente respaldada por la evidencia. Por lo tanto, si te encuentras experimentando efectos no deseados debido al cambio de hora, la recomendación general sería mantener una alimentación saludable, como lo harías en cualquier época del año. Esto implica dar prioridad a alimentos como verduras y frutas frescas, legumbres, frutos secos, cereales integrales, semillas, huevos y pescados frescos. Al mismo tiempo, se aconseja reducir el consumo de carne, especialmente carne roja, y evitar alimentos ultraprocesados, azúcares añadidos, harinas refinadas y alcohol.
La importancia de una dieta equilibrada y nutritiva no solo contribuye al bienestar general, sino que también puede ayudar a mitigar los efectos del cambio de hora en el organismo. Al mantener una alimentación saludable y mantenerse activo, es posible minimizar los síntomas de fatiga y estrés que a menudo acompañan a este ajuste en el horario. Además, al adoptar estos hábitos, podrás aprovechar al máximo esa hora adicional de sueño que obtendrás cuando los relojes se atrasen el próximo domingo.
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