Gran decepción: España, última en el concurso gastronómico más prestigioso del mundo

El equipo dirigido por el chef ejecutivo Carlos Julián Martínez, ganador del Boscuse d'Or España 2023 y líder del Restaurante Ampar, situado en el prestigioso Hotel Hospes Palau de Valencia, lamentablemente ocupó la vigésima posición (la última) en este concurso. La competición tuvo lugar los días 19 y 20 de marzo en Trondheim, Noruega.

El Bocuse d'Or es considerado el "Oscar" de la cocina siendo uno de los concursos culinarios más prestigiosos a nivel mundial. El premio rinde homenaje al chef francés Paul Bocuse, una figura icónica en el mundo de la gastronomía. Establecido en 1987, el Boscuse d'Or mundial se celebra cada dos años en Lyon, Francia, y reúne a chefs de todo el mundo para competir en la creación de platos únicos adaptados a la cultura culinaria de cada país.

El ganador de la edición europea fue Dinamarca, que tendrá que competir contra Suecia, Noruega y otros siete clasificados a la final para conseguir el título mundial en enero del próximo año. Llegar hasta la final ya tiene su mérito porque significa que han logrado impresionaron a los jueces con sus platos elaborados, que reflejan la riqueza de su cocina autóctona y su capacidad para reinventar sabores tradicionales.

Sin embargo, España, conocida por su gran tradición y diversidad culinaria, no logró impresionar al jurado. Este resultado ha generado reflexiones en la comunidad gastronómica española sobre las áreas que necesitan mejorar y las lecciones que se pueden aprender de esta experiencia.

¿Comó se desarrolló la competencia?

Los veinte equipos europeos que compitieron en el evento tuvieron un tiempo límite de 5 horas y media para crear dos platos. Estos platos debían prepararse en base en ingredientes noruegos como carne de reno de la región de Røros maridada con aquavit LINIE, el licor nacional, así como la elaboración de un plato con skrei, un pescado característico del norte de Europa, acompañado de vieiras de Frøya. Sin embargo, el verdadero reto de los chefs era agregar un toque de su propia cocina nacional.

España presentó una propuesta que incluía la tradición gastronómica de la Comunidad Valenciana. Es decir, sabores mediterráneos y autóctonos para complementar los ingredientes obligatorios del concurso con platos como la titaina en el pescado y el vino del Levante para el cocinado de la carne.

En última instancia, aunque España no logró destacarse en esta ocasión, el país tiene un legado culinario sólido y una comunidad gastronómica que seguramente continuará sorprendiendo a los comensales de todo el mundo en el futuro.