Recetas
Las galletas de almendra saludables que solo necesitan 2 ingredientes
Pueden almacenarse en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante uno o dos días, o bien guardarlas en la nevera o incluso congelarlas
En la búsqueda de opciones más saludables para disfrutar de un buen postre, las galletas de almendra se han convertido en una alternativa perfecta. Con una preparación sencilla y utilizando solo dos ingredientes básicos, estas galletas ofrecen una textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Además, son aptas para quienes buscan opciones sin harinas refinadas, sin lácteos y sin azúcares añadidos.
La receta se basa en dos ingredientes fundamentales: la harina de almendra y el sirope de arce. La harina de almendra superfina garantiza una textura suave y uniforme en las galletas, mientras que el sirope de arce no solo endulza naturalmente, sino que también actúa como agente aglutinante, ayudando a dar forma y consistencia a la masa.
Si se desea una textura más tierna, se puede añadir una clara de huevo a la mezcla antes de hornear. También es posible ajustar el nivel de dulzura agregando una cucharada adicional de sirope de arce. Para una presentación más atractiva, se pueden decorar con una almendra en el centro o espolvorear almendras picadas antes de hornear.
Estas galletas pueden almacenarse en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante uno o dos días. Para una mayor durabilidad, se recomienda guardarlas en la nevera o incluso congelarlas, asegurando así su frescura por más tiempo.
Preparación
- Precalentar el horno a 177°C y preparar una bandeja con papel de hornear.
- Mezclar los ingredientes en un bol grande, asegurándose de que la harina de almendra quede completamente impregnada con el sirope de arce hasta formar una masa húmeda y desmenuzable.
- Formar las galletas: Con una cuchara tomar porciones de la masa y formar pequeñas bolas. Luego, aplastarlas suavemente hasta obtener discos de aproximadamente medio centímetro de grosor.
- Hornear durante 15 a 20 minutos o hasta que estén doradas en la parte superior.
- Dejar enfriar antes de manipularlas, ya que al salir del horno estarán blandas y se volverán más duras con el tiempo.