Gastronomía

Grandes de España: Marcos Morán, generaciones de fabada

hoy Marco es tan grande, que además de todos los reconocimientos consabidos, incluso ha merecido la Medalla de Honor del Senado de Francia

Chef Marcos Morán
Chef Marcos MoránCedida

El asturiano presenta credenciales como cocinero y mantenedor del legado de generaciones dando de comer en la casa familiar que se remonta a finales del siglo XIX. Qué difícil resulta no sentirse atado por una responsabilidad manifiestamente histórica, y poder articular una voz propia.

Lejos de sentirse constreñido, este personaje lleno de bonhomía convive incluso desde 2005 con su no menos talentoso y entrañable padre, el gran Pedro Morán. Precursores ambos, con la sucesión lógica de las edades, de una renovación de la cocina asturiana a la que se ha entregado una suave creatividad sin desconocer de ninguna manera los fondos tradicionales de aquella. En casa Gerardo, los menús son la academia y definición de esta cocina que comparten varias regiones de España, pero en la que Asturias es abanderada por derecho. La vida de los Morán está marcada por los azares, tragedias e incendios como una verdadera saga de los Buddenbrook. El destino y la voluntad reinan en ese establecimiento con hechuras de ventas de carretera pero con afortunada concepción de alta gastronomía. Así, todo fluye para Marcos, y su carta y menús engarzan de manera invisible, platos fundacionales, elaboraciones clásicas con nuevos guiños en el respetuoso mundo de las temporadas. Lo que sale de la mar, lo que anda por los montes, lo que duerme en los huertos, es tratado con una ejecución poderosa pero sutil de este continuador de la línea familiar. Y en cualquier caso, solo por comer, entre otros bocados gloriosos esa fabada desgrasada, con la faba fresca o su majestuoso arroz con leche merece peregrinación y parada. El peso de la casta le ayuda a conservar los pies en la tierra, sin dejarse llevar por modas más mediáticas que gastronómicas. Cada vez más templado, con aventuras internacionales incluidas hoy Marco es tan grande, que además de todos los reconocimientos consabidos, incluso ha merecido la Medalla de Honor del Senado de Francia. ¡Chapeau !