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La trágica vida de Alice de Battemberg, la suegra de Isabel de Inglaterra

Sorda y paranoica, fue tratada por Freud, quien aseguró que sufría esquizofrenia a causa de una frustración sexual.

Los padres de Felipe de Edimburgo, el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca y Alicia de Battenberg
Los padres de Felipe de Edimburgo, el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca y Alicia de Battenberglarazonlarazon.es

Nació en el Castillo de Windsor y murió en el palacio de Buckingham, pero Alice de Battenberg pasó gran parte de su vida en un sanatorio mental y se ordenó monja. Entroncada con los más importantes linajes de Europa, la madre del marido de Isabel de Inglaterra no tuvo la vida placentera y feliz a la que parecía abocada por su sangre azul.

Nieta de la princesa Victoria y, por lo tanto, prima hermana de Victoria Eugenia, abuela del rey Juan Carlos, fue la primogénita de Luis de Battenberg y Victoria de Hesse. Casada con el príncipe Andrés de Grecia, tío abuelo de la reina Sofía, tuvo cinco hijos, siendo Felipe, el más pequeño, el que se convertiría en el marido de la reina Isabel II. Felipe de Edimburgo se criaría lejos de ella, al amparo de su tío Luois, Lord Mountbatten, virrey de la India y preceptor del príncipe Carlos.

Alice de Battemberg era hermana de la reina de Luisa de Suecia, casada en segundas nupcias con Gustavo VI Adolfo. Pero su vida estuvo marcada por innumerables tragedias que le fueron apartando no sólo de la corte griega, sino también de su propia familia.

Tuvo una infancia aparentemente feliz, viviendo a caballo entre Alemania y Reino Unido, aún cuando su educación estuvo marcada por su sordera congénita. El empeño de su madre le permitió que aprendiera a leer los labios y a hablar perfectamente inglés y alemán. Después, tras su compromiso con el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, también aprendería griego.

Al igual que la Reina Sofía sufrió en dos ocasiones el exilio, ya que la difícil situación política en Grecia obligó a la familia reinante a tener que abandonar el país en dos ocasiones. Al retornar pocos años después, su marido fue culpado en parte por la derrota de Grecia en la Guerra Greco-Turca (1919-1922) y la familia se vio forzada de nuevo al exilio hasta la restauración de la monarquía griega en 1935.

​En este exilio forzado encuentran algunos historiadores el origen de la profunda depresión que degeneró después en una enfermedad mental crónica: una esquizofrenia paranoide por la que fue ingresada en un psiquiátrico de Berlín.

Freud le diagnostica una esquizofrenia provocada por una frustración sexual

Durante sus etapas en centros psiquiátricos fue tratada por Freud, quien aseguró que sufría esquizofrenia a causa de una frustración sexual. Por ese motivo y a pesar de su negativa, le radiaron los ovarios y la matriz, pero nunca superó la enfermedad. La enfermedad le apartó para siempre de su marido, con el que jamás volvió a convivir.

Alice fue pasando por diferentes centros psiquiátricos europeos y aquellas temporadas de internamiento forzoso fueron distanciándole cada vez más de su familia y del resto de familias reinantes europeas, con las que estaba entroncada por poderosos lazos de sangre.

Apenas asistía a ningún acto social, ni siquiera a las bodas de sus dos hijas. Tan sólo en 1936 se dejó ver junto a su marido y sus hijos para dar el último adiós a su hija Cecilia, fallecida junto a su marido y sus dos hijos, en un accidente de avión.

Después de su recuperación, dedicó con devoción la mayor parte del resto de su vida al trabajo de caridad en Grecia, país dónde le fue reconocida su gran labor ayudando a los refugiados judíos por lo que se le otorgó el título de "Justo entre las Naciones". Tras la guerra, fundó una orden de enfermeras religiosas conocida como Christian Sisterhood of Martha and Mary. Vestida con sus hábitos, asistió a la coronación de la Reina Isabel, del brazo de su hijo Felipe.

Tras la caída del Rey Constantino de Grecia y la adopción de un régimen militar en 1967, se trasladó a Inglaterra, residiendo en el Palacio de Buckingham hasta su muerte en 1969. Sus restos están en la Capilla de San Jorge, en el palacio de Windsor.