Sarah Ferguson defiende a Meghan Markle… y al príncipe Andrés

Sarah Ferguson ha concedido una entrevista a “Vogue Arabia” en la que ha rememorado cómo fue su vida mientras estaba casada con el príncipe Andrés, lo que le recuerda a lo que está viviendo en la actualidad la esposa del príncipe Harry. Ferguson ha mostrado su apoyo a Meghan, y reconoce que estar en el foco de los medios “debe ser duro” para la joven y que se siente “identificada con ella”. Ha definido a la duquesa de Sussex como “moderna y fabulosa”, mostrando su incomprensión hacia aquellos que en vez de “celebrarla”, la critican. “Siento mucho el dolor que debe estar sufriendo”, ha apuntado.

La ex mujer de Andrés sabe de lo que habla, y es que desde que se casara con el duque de York en 1986 tuvo que soportar un acoso constante por parte de los medios de comunicación británicos, que fueron especialmente duros con ella y su físico. Aunque no se ha atrevido a darle consejos a la esposa de Harry, ha dicho que ella “estuvo en los zapatos de Meghan” y que, de hecho, todavía lo está.

Y es que a Sarah Ferguson también le ha salpicado el escándalo en el que se ha visto involucrado su ex marido por el “caso Epstein”, algo que ha calificado de “increíblemente difícil”, recordando que cuando habla de Andrés está hablando de “su familia”. También ha mencionado que han sido momentos complicados para las dos hijas que ambos tienen en común, las princesas Eugenia y Beatriz. Esta última se ha visto obligada a retrasar la celebración de su boda debido a la situación en la que está envuelto su padre. Aunque Sarah ya había mostrado su apoyo público hacia el duque de York, en esta ocasión ha remarcado que es “el mejor hombre que conozco” y que “no tiene sentido” todo lo relativo a los supuestos abusos que habría cometido.

La duquesa de York se separó de Andrés en 1996 y aunque reconoce que ahora vive más tranquila, sigue preocupándose de no dar mucho que hablar. Ha calificado como “duro” el haber visto crecer a sus hijas bajo la constante opinión pública y ha asegurado que, a no ser que fueran perfectas, aparecerían constantemente en las portadas.