Su acento británico levanta pasiones. Sus recordados papeles en “El diario de Bridget Jones” o “El discurso del rey” solo agrandaron la fama de un actor con madera de conquistador. Sin embargo, pese a que levantaba pasiones, la vida privada de Colin Firth ha sido más “aburrida” que la de otras estrellas de Hollywood más acostumbradas a saltar de cama en cama. Natural de Hampshire, una región cercana a Londres, Firth se casó hace 22 años con la productora italiana Livia Giuggioli, con la que tiene dos hijos (Matteo y Luca, ambos nacidos en Roma), a los que habría que sumar otro más (William) de una relación anterior con Meg Tilly. Pero esta etapa ha llegado a su fin. El protagonista de “Love actually” ha emitido hoy un comunicado en el que anuncia la ruptura de su matrimonio, aunque asegura que ambos se mantendrán “unidos por el amor que sienten por sus hijos”.

Aunque pueda parecer lo contrario en una unión de más de dos décadas, lo cierto es que los escándalos no esquivaron a la pareja. Puede que su mayor crisis fuese hace apenas un año. En marzo de 2018, el periodista italiano Marco Brancaccia mandó de forma continuada una serie de mensajes a Firth en los que, según las filtraciones, le ponía al tanto de “todo lo que había estado haciendo con su mujer durante un año” con la intención de humillarle y “romperle el corazón”. De acuerdo a lo que se supo después en palabras de un representante de la pareja, Giuggioli estuvo con el italiano en un tiempo en el que ella y el oscarizado actor decidieron tomar caminos separados. Cuando se unieron de nuevo, ella acabó con el “affaire” que había iniciado con el periodista.

“Piden amablemente privacidad. No habrá más comentarios”, concluye el comunicado.