Gente
Felipe VI, descontento con la vida nocturna de su sobrina Vic
Ya se lo ha comentado a su hermana Elena
En la Casa Real se analiza con lupa la nueva vida de Victoria Federica, sus salidas nocturnas y sus amistades. Y a nadie le gusta en el palacio de La Zarzuela ciertas actitudes de la persona que ocupa el quinto lugar en la línea de sucesión al trono de España. Una fuente cercana al monarca cuenta a nuestra web que el Rey Felipe VI y su hermana y madre de Vic, la Infanta Elena, ya podrían haber tenido más de una discusión telefónica en la que el primero pide a la segunda que hable muy seriamente con su hija para que deje de dar titulares, aunque sea indirectamente, a la prensa del corazón.
Ya fuimos los primeros al descubrir en LA RAZÓN que a la Infanta y a su ex marido, Jaime de Marichalar, no les gustaba el nocturno de Vic ni su noviazgo con el dj Bárcenas, por lo que conlleva su labor discotequera en salas de distintas ciudades españolas, e incluso del extranjero, como la de Roma, en la que se llevó con él a la nieta de los Reyes eméritos.
Y es que Vic ha pasado en apenas un año de la nada al todo, del ostracismo y anonimato más absoluto, a la presencia constante en los medios. Sus padres y su augusto tío, y se dice que también su abuelo Don Juan Carlos, están preocupados por esta transformación tan radical. Tanto Marichalar como Doña Elena han dado muestra a lo largo de sus vidas de que la discreción es un grado, casi una norma de existencia.
Don Felipe no quiere que la Monarquía española se convierta en una copia de la británica, plagada de escándalos. Es evidente que no desea que la vida de su familia sea un culebrón, prefiere el secretismo no extremo al sensacionalismo cotidiano. Se entiende, así, que intermedie con su hermana Elena. Es más, la semana pasada se vio, por lo que ha trascendido en varios medios, que Vic frecuenta ciertas amistades, como la del “Pequeño Nicolás”, que no gustan ni a su tío, ni a su abuelo, ni a sus padres.
Curiosamente, antes era Pipe, como se conoce en su círculo más íntimo al hermanísimo, quien generaba las mayores polémicas, aunque ahora parece que el amor por su novia Mar le ha calmado las ansias de convertirse en personaje nocturno, broncas incluidas. Vic toma el relevo, no de los escándalos, pero sí de las juergas interminables.
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