Yiya, la “revientavidas" enemiga de Rocío Flores en ‘Supervivientes 2020′

Es la “calva” de la isla, la superviviente más polémica, un ciclón mediático que no conoce límites. María Luisa del Guillén, Yiya, por Marisiya, confiesa sin ruborizarse que “tengo tendencia a reventar vidas y soy muy egocéntrica”, y no le faltan ímpetus para lograrlo.

Es incapaz de reprimirse, y se ha fijado en la respetuosa Rocío Flores como víctima, y a fe que está consiguiendo desquiciarla. Lo que no logró Kiko Jiménez, Yiya lo borda.

Era una desconocida hasta que la descubrimos como pretendienta en 2016 del concurso ‘Un príncipe para tres princesas’, pero la sangre azul le resbala, es más del populacho más bajo por sus malos modos, su actitud chulesca y sus habilidades para cabrear a los sufridos mortales. Le salva un físico espectacular que despista a sus detractores y que ella aprovecha al máximo con minúsculos biquinis y posturitas sexys. Para alguien que se define como “bipolar, contradictoria, egocéntrica y extremista”, un cuerpo escultural es la mejor tarjeta de visita.

Yiya: periodista, hostelera y bipolar

Esta extremeña nacida en Don Benito es periodista y dueña de un local de copas, ‘El caso Nos’, polémico nombre, como su dueña, situado en la zona de Madrid Río, cuenta con una legión de seguidores en las redes sociales. Le gusta provocar y las fotos que cuelga en Internet son más de revista “caliente” que de hoja parroquial. Así es ella a sus 31 años, atrevida y desafiante, no entra en su vocabulario la palabra rutina y cada día se levanta en busca de nuevas emociones. Reconoce que no se ha enamorado nunca y que le asustan las ataduras. Un ex novio, Jose, salió escarmentado por “sus caprichos y sus manías. Lo mismo te quería que te odiaba. Era una incertidumbre total. Ella misma asume su bipolaridad. Le encanta cambiar de look, y lo mismo aparecía un día con el pelo moreno, que al siguiente lo hacía de rubia o con rizos. Fue como salir con una mujer distinta a diario. Es muy camaleónica…”.

A Rocío, que tiene su carácter, le ha salido la horma de su zapato, la contrincante más explosiva, la más “barriobajera”, porque Yiya no se pone límites y ataca contundente sin descanso. ¿Es una táctica o una forma de ser extrema? Lo que está muy claro es que promete espectáculo y conflictos, ni las tormentas y los mosquitos la frenan, tiene las pilas puestas y es como el conejito de Duracel, dura y dura, más bien, caradura.

Descaro le sobra, en su local la adoran, es la animadora de las fiestas, la payasa si hace falta, la provocadora más divertida… Ni se aburre ni aburre, todo lo contrario, es una mina a la hora de originar conflictos… para bien y a veces para mal. Embajadora de la discordia y maestra en la concordia. Yiya no está dispuesta a pasar desapercibida en la isla. En el campo de las supervivencias es una maestra.