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La novela por entregas sobre los supuestos malos tratos de Rocío Flores a Rociíto: quien escupe al cielo, en la cara le cae, o que hable Massiel

Así es la nueva entrega de la truculenta relación entre madre e hija

Rocio Carrasco durante el musical homenaje a Rocio Jurado. Gres
Rocio Carrasco durante el musical homenaje a Rocio Jurado. Greslarazon

Nueva entrega del novelón de ‘El Confidencial’ sobre los supuestos malos tratos de Rocío Flores a Rocío Carrasco. Los 2.000 folios filtrados por un hombre, no voy a decir quién, a la mencionada publicación, le está reportando muchas visitas al citado medio. Perro no come carne de perro. No está bonito que hablen del mercado negro de la cosa rosa devaluado en gran parte gracias o por culpa de los confidenciales de prensa seria que utiliza el rosa chicle para subir las visitas.

Pero este culebrón por entregas no es rosa, es negro, crónica negra muy bien narrada por Nacho Gay que escribe muy bien, pero crónica negra, o incluso marrón. Con las memorias que le podía haber hecho yo a esta mujer, como ya me ofrecí desde aquí, y se ha quedado todo en un folletín al estilo de “El Caso” en el que se habla de la intimidad de una menor, aunque ya no lo sea. Una jovencita que está a miles de kilómetros de distancia y ahora no puede defenderse.

Cuentan en la última entrega que Rocío Carrasco, en adelante Rociíto, estuvo recibiendo asistencia psicológica y psiquiátrica por la mala relación que mantenía con su hija, de doce años. Afirma ‘El Confidencial’ que dispone de los informes que así lo atestiguan. El pavo es muy duro, pero más si tus progenitores han protagonizado una separación durísima, al estilo de “La guerra de los Rose”. Es fácil que el asunto deje secuelas.

Rocio Flores Carrasco
Rocio Flores CarrascoJesus BrionesGTRES

Fue la separación de Rocío y Antonio David un proceso cuajado de denuncias cruzadas por retrasos en la entrega de los niños, por gilipolleces supinas… Mejor que no nos pongamos a tirar de hemeroteca porque la parte más perjudicada es Rociíto. Repito la misma pregunta que me hice hace poco: ¿Qué no habrá vivido o visto esa niña en casa para llegar a una situación como la que se vivió en la cocina de la casa de Rocío Carrasco, con una lucha de randori por culpa de una nectarina? He leído por ahí a algún partidario de Rocío Carrasco, que ella era una buena madre porque se ocupaba de que su hija comiera bien. Ya ha dicho Antonio David que su hija padecía ansiedad, una de las causas más comunes para atacar las neveras por las noches y de madrugada.

La difusión de las memorias puede costarle muy caro a una de las partes implicadas. Fidel es uno de los protagonistas, el director del espectáculo “Qué no daría yo por ser Rocío Jurado”. No es cuestión de hacer bromas sobre un tema tan serio, pero es como si a alguien se le ocurre contratar como a primeros de siglo a una “clá” armada con tomates y no nectarinas.

GRAF1893. MADRID, 31/01/2020.- Rocío Carrasco, durante la presentación, este jueves en Madrid, del musical "Qué no daría yo por ser Rocío Jurado", creado por ella y protagonizado por Anabel Dueñas. EFE/Paco Campos
GRAF1893. MADRID, 31/01/2020.- Rocío Carrasco, durante la presentación, este jueves en Madrid, del musical "Qué no daría yo por ser Rocío Jurado", creado por ella y protagonizado por Anabel Dueñas. EFE/Paco CamposPaco CamposEFE

No sé por qué pero me he acordado de Massiel, a quien me encontré un día en el restaurante Puerto Rico, en la calle Chinchilla 1, al que ya no voy porque se ha puesto de moda con tanta recomendación del Tryp Advisor. Estuve hablando con ella, pero lo que hablamos se queda ahí.

La conclusión es esta: quien escupe al cielo, en la cara le cae. Massiel perdió su colaboración en Telecinco, pero a muchos de los protagonistas de la historia no les ha ido precisamente bien.

Qué interesantes son a veces las historias sobre represalias, sobre hipotéticas ensoñaciones ordenadas por ex todopoderosas jefas directas de uno de los testigos que intervienen en un juicio… qué cosquilleos malignos producen las conversaciones sobre las venganzas, y también sobre las maldiciones. Aunque como ya dije en una columna previa en LA RAZÓN, la venganza es una incitación del diablo. Lo cristiano es perdonar.

Massiel era muy amiga de Rocío Jurado. Me limito a reproducir lo que escribí entonces en mi blog. Llevaba por título: Los 60.000 euros que Massiel tendrá que pagarle a Rociíto. Y decía:

A nada que se mueva bien y mida sus palabras, podrá amortizar el pago de la condena. El Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid en diciembre de 2005 que condenaba a Massiel al pago de 60.000 euros a Rocío Carrasco, por insinuar que su pareja, Fidel Albiac, la maltrataba. Massiel basaba su teoría en el ojo morado que había mostrado Rociíto durante una intervención en el programa de María Teresa Campos, donde entre lágrimas desmintió las informaciones publicadas por la revista ‘QMD’ que destacaba una supuesta denuncia a Fidel Albiac por malos tratos.

La cantante sufrió la venganza de la entonces todopoderosa María Teresa Campos, íntima de Rocío Carrasco, y hasta los maquilladores de Telecinco, forzados por las circunstancias, se vieron obligados a emitir un comunicado en el que negaban haberle soplado absolutamente nada a la cantante, que había citado a uno/a de ellos como fuente. Corría el año 2002.

Los litigios legales entre Rociíto y Massiel no impidieron que esta última acudiera al funeral por Rocío Jurado a dar el pésame a la familia. Nadie la echó.

Lo que más me sorprende de todo esto es que no haya sido el propio Fidel Albiac quien haya ejercido las medidas legales contra Massiel para quitarse de encima de una vez por todas su imagen de hombre llavero. El misterioso novio de la hija de la cantante es tan discreto y furtivo que hasta una agencia de noticias ha confundido su nombre con el del filósofo Gabriel Albiac, colaborador de Federico Jiménez Losantos.

Estamos en 2020. No me cae bien Fidel, pero tampoco Antonio David, el hombre que amargó la vida a Rocío Jurado persiguiéndola por los escenarios y plantándose en primera fila con el mero ánimo de fastidiar.

Antonio David con su hija
Antonio David con su hijalarazon

Si sabía que la sentencia podría salir a la luz yo hubiera preferido ir a la cárcel por impagos, antes de ver como en Twitter llaman mala bestia a una jovencita de veintidós años por culpa de una sentencia publicada en ‘El Confidencial’. Si Rocío Jurado levantara la cabeza no le gustaría ver lo que está ocurriendo con su nieta favorita. Una joven que ha heredado su estructura facial, esa maravillosa mandíbula que le hubiera venido muy bien a las hermanas del alma de Rociíto, Carmen Borrego, a la hora de retocarse el cuello. Las facciones cuadradas revelan fuerza y determinación. A lo mejor esta chica consigue lo que quiere, reconciliarse con su madre y llevar a partir de ahora una vida normal.