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Sete González: «Al final, a Camarón lo mató el tabaco»

Sete González
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–«Camarón. La leyenda del genio». Una biografía ilustrada, dibujada. ¿El físico de Camarón, sus gestos, decían de él más que sus palabras?

–Sí. Era hombre de pocas palabras y mirada intensa. Se comunicaba con ella más y mejor que con las propias palabras.

–Se le dibuja mucho como un Cristo. ¿Le gustaba verse así?

–Qué va. Toda adoración le sobrepasaba. Le agobiaban los que le consideraban un dios, los aduladores.

–Los gitanos le llevaban a sus niños enfermos para que los tocara y curara. ¿Creía en los milagros?

–No. Fue más bien ateo. Su única devoción era el Cristo de los Gitanos.

–Soy un hombre, decía, que solo sabe cantar...

–Sabía algo más: vivir en la sencillez y el respeto.

–¿Será un mito eterno o decaerá su recuerdo?

–Creo que se le recordará siempre. La llama de José es incandescente.

–Solo falta que alguien diga que lo ha visto andando por San Fernando...

–Sí, como dicen de Elvis, que está vivo. A mí me daría un gran susto verlo.

–«Yo voy a mi aire», dijo. ¿Camarón hizo siempre lo que quiso?

–Sí. Tenía mucha seguridad en sí mismo y en lo que hacía. No fue prisionero de las modas, solo de las adicciones.

–Al principio sintió el rechazo de los puristas. ¿Eso le cabreó o...?

–Sentía que no lo entendían y pensaba que necesitaban tiempo para hacerlo.

–¿Qué le molestaba?

–La gente que hablaba mucho. Prefería escuchar a hablar.

–¿Un consejo que ignoró siempre?

–Que dejara los malos hábitos. Lo mató el tabaco. Fumaba cuatro paquetes diarios. Su coqueteo con las drogas fue una época muy corta.

–Quizá creía en aquello de «vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver».

–Vivió rápido, pero nunca quiso morir joven ni dejar un bonito cadáver. Eso no lo permite el cáncer de pulmón.

–Los mitos generan mucho dinero después de muertos. ¿Le gustaría que le hicieran una transferencia al Más Allá?

–No le gustaba el dinero ni los que vivían solo para hacer dinero. Además, esté donde esté, no creo que le haga falta un giro.

–Hombre, si en el cielo han abierto un estanco y permiten fumar en la terraza...

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Sete González

Profesión: dibujante e ilustrador.
Nació: en 1976, en Madrid.
Por qué está aquí: por su libro «Camarón. La leyenda del genio» (Lunwerg).