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Los fans de Isabel Pantoja: “No tenemos miedo al coronavirus”
Mientras otros cancelan partidos, conciertos y reuniones multitudinarias por el covid-19, la tonadillera se encerró ayer en el madrileño Wizink Center con unos 10.000 fans, familiares y compañeros
“¿No hay ninguna noticia sobre que se vaya a cancelar? Por las medidas de seguridad del virus...”, comentaba preocupada Carolina. “Pues no lo sé”, respondía otra fan sevillana. La primera insistía: “Pues no sería mala opción, ya que se van a juntar muchísimas personas procedentes de diferentes sitios”. “No hagas caso al pánico. Toma tus medidas y no te acerques a nadie”, templaba la anterior. “Que no te acerques a nadie es un poco difícil en un concierto, ¿no? ¿O vas a pedir que nadie se siente a tu lado?”, discrepaba una tercera. “Hay diferentes tipos de virus –añadían por otro lado– pero los más poderosos son la envidia, el egoísmo, la intriga, la mentira o la blasfemia”. “Pues yo me estoy pensando ir. Son miles de personas bajo el mismo techo. Deberían suspender todos estos grandes eventos”. Así de inquietante amanecía el Instagram de Isabel Pantoja (Sevilla, 1956) solo 48 horas antes de que la tonadillera se encerrara en el madrileño WiZink Center más de tres años después de su última actuación en la capital, donde agotó las entradas. En esta reentré, pese a la expectación, la afluencia será algo menor que entonces: 10.000 almas acudieron ayer a la llamada de la artista, que el próximo otoño lanza nuevo disco –'Un poco distinta'– y que anoche ya paseó su primer tema ‘Enamórate’, escrito por Juan Gabriel y con la producción artística de gran Luis Cobos.
Pero, ¿realmente ha afectado el miedo al contagio por coronavirus al aforo del concierto de la madre de Kiko y Chabelita? Al cierre de esta edición, las estadísticas ofrecidas por el Ministerio de Sanidad cuantificaban cinco fallecidos y entre 20 y 30 infectados diarios por el Covid-19, que superan ya los 350 casos en España, el cuarto país con más casos de la UE.
Apoyo incondicional
¿Se extendió la alarma en las últimas horas entre las incondicionales fans de Isabel, llegadas de todo el territorio nacional? En LA RAZÓN nos pusimos en contacto con María Ángeles Moreno, presidenta del club “Así Fue”, de Valencia, uno de los más multitudinarios y longevos en su apoyo a la viuda de Paquirri, para medir la temperatura de su apoyo. “Nosotras no vamos a hacer caso a esos comentarios de personas que dicen que hay que anular el concierto. Creo que habrá unas 12.000 personas. Nadie nos ha dicho que haya que aplazarlo y vamos a ir –nos confirmó–. Somos 62 las que viajamos desde Valencia y no podemos ir más porque al ser viernes hay gente que trabaja. Y en nuestro grupo ni existe alerta para el concierto de Isabel ni nada. ¡Si ni siquiera se han anulado la Fallas, porqué se va a anular esto! Te aseguro que no tenemos ningún miedo al contagio. Mira, igual cuando salgamos del concierto nos atropella un camión. Y no vamos a llevar mascarillas ni nada. Solo disfrutaremos a tope. Llevamos así 19 años. Iremos en autobús y tras el concierto nos volvemos, que dormir en Madrid nos sale muy caro”.
Fue colgar el teléfono y que la mismísima Isabel tecleara el suyo para hacerse oír en Telecinco. “¿Tan mal va la venta de entradas que tiene que llamar ahí?”, le reprochaban inmediatamente en sus redes el pasado jueves. Pantoja, que cobrará más de 150.000 euros por este recital, se lo negaba a Paz Padilla nada más descolgar: “La venta de localidades va muy bien, maravillosa. Saldrán ya las 300 que quedan. Te lo digo porque estoy aquí con el empresario. Hemos tenido una semana fuerte de ensayos y espero que me salga lo mejor posible. Voy a sorprender con cositas, pero si lo desvelo no es sorpresa. No es la orquesta que saqué cuando volví. Eso pasó. Fue otro instante de mi vida. Este momento es normal, feliz con mis 20 músicos, mi coro y un sonido estupendo. Es el primer concierto que hago en que mi madre no va a estar presente en más de 40 años. Se lo voy a dedicar a ella. Todo va para ella. Voy a ver si canto y por la mañana regreso a casa a su lado”. Tras esta generosa arenga llegaron más subordinadas para su añorado Paquirri, que ese día habría cumplido 72: “Si yo no me acordara de Paco no estaría hablando contigo, lo he amado más que a nadie en el mundo y tengo cuatro nietos ya”. Y a continuación, una aclaración de intenciones sentimentales: “Ni muerta me voy a volver a enamorar. Con siete candados he cerrado la puerta del amor. Me encuentro muy feliz como estoy, cuidando a mi madre, mis hijos con salud y a mis nietos y con eso tengo bastante”. Antes de despedirla, varios de los allí presentes acuñaron su asistencia al sarao, entre los que Belén Esteban fue la más expresiva: “Mañana voy a estar allí. Tengo ganas de verla porque hace mucho que no la veo. Ya me ha dicho Anabel Pantoja: ‘Ven comida y bien bebida porque los conciertos de mi tía son largos’”. Y hasta aquí la promoción previa. Mientras varios países vecinos anulan partidos, festivales o reuniones tumultuarias, como Francia o Italia, Isabel mantiene el rumbo y añade que su única precaución iba a ser “beber mucha agua”.
Tras comprobar la tranquilidad de anfitriona y admiradoras, lo siguiente era comprobar si el Ministerio de Sanidad iba a tomar alguna medida extraordinaria para este evento masivo. Esta misma semana, Milagros Iglesias, directora de comunicación del Instituto de Salud Carlos III, había asegurado que “una de las medidas desde el Ministerio es que se eviten las aglomeraciones” y el propio Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, recomendaba que las personas con sintomatología respiratoria no acudieran a grandes citas públicas. Sin embargo, frente a estas precauciones, también sigue en pie la manifestación feminista del 8M, que el año pasado reunió a 350.000 personas.
La primera llamada de LA RAZÓN a Sanidad para esclarecer nuestras dudas fue infructuosa. Nos derivaron a la Consejería de Madrid. Y de aquí, siguiente ventanilla: a la consejería de Cultura. Tras una nueva comunicación en esa dirección, nos recondujeron a la vicepresidencia de la Comunidad con pocas novedades: “En los próximos eventos solo se van a aplicar las medidas implementadas por Sanidad, que ahora son ninguna”. Desde el departamento de comunicación del WiZink Center solo añadieron que “la promotora también puede decidir aplazarlo”. Seda producciones, la organizadora de la actuación de Pantoja, nunca respondió al interés de este periódico. En unas horas, Dioni y Ángeles, componentes de Camela, cogerán el testigo de Isabel en idénticas condiciones. Y el 29, será el colombiano Maluma (que acaba de cancelar en Milán) quien rebose el estadio de la avenida Felipe II. De momento, felices los cuatro. La música le ha ganado la partida al coronavirus en Madrid.
Los caprichos de isabel pantoja: hasta las almohadas del hotel
La cantante es una auténtica diva y no duda en comportarse como tal. Parece que Isabel Pantoja se habría tomado libertades que le están resultando caras a los productores del programa ‘Idol Kids’. Y es que parece que la artista no duda en llevarse cuanto se le antoja, exigiendo además que se le paguen transportes y todo tipo de gastos. Sus caprichos no tienen límite y a la organización del concurso en el que participa le está pasando factura y provocando más de un quebradero de cabeza. Pide taxis cuando los necesita e incluso ha llegado a solicitar servicios a cuenta de la productora estando en su casa de Cantora. Hay que recordar que moverse de Cantora a Jerez o Sevilla, las poblaciones de mayor número de habitantes más cercana a su finca y a las que suele ir, conllevan una tarifas importantes por cada carrera que no bajarían de los 80 euros. Pero no sería ésta la única exigencia de la cantante. Los trajes y complementos que se eligen para que ella luzca en las galas los considera de su propiedad y, por lo tanto, pasan a ocupar un lugar en su armario.
No sería la primera vez, en alguna revista guardan un mal recuerdo de la cantante, ya que se llevó los bañadores que usaban los estilistas para un famoso reportaje. La excusa: eran prendas muy íntimas. De todas sus excentricidades las que más ha sorprendido son las que tienen que ver con el hotel en el que se aloja. Según informan personas cercanas, hubo una cuenta pendiente, por un importe económico elevado, en la que reflejaba que se habría llevado hasta las almohadas de la cama. El capricho se justificó con la excusa de que son perfectas y muy cómodas para conciliar el sueño, un problema crónico que arrastra la cantante. Lo cierto es que tanta exigencia y tanto imprevisto está empezando a molestar entre los responsables de las cuentas. Isabel Pantoja se justifica diciendo que todo lo que hace está recogido en su contrato y que nadie se atreve a plantarle cara porque saben que es el gran fichaje de la cadena.
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