Las mujeres del marqués de Griñón: Jeannine Girod, Isabel Preysler, Fátima de la Cierva y Esther Doña

Carlos Falcó y Fernández de Córdova, nacía en 1937 en el palacio de las Dueñas, propiedad de su primo el duque de Alba. Se casó con la hija de un rico joyero suizo, María del Pilar Juana Girod del Avellanal, Jeannine Girod, con la que tuvo a Alejandra, “Xandra” que se encarga del negocio de los vinos y del aceite y Manuel, que desde Londres lleva las finanzas de la sociedad familiar. Jeannine, dejó de ser marquesa de Griñón porque se cruzó en su camino el empresario Ramón Mendoza, con él aprendió mucho de fútbol y dejó el marquesado.

La segunda esposa de Carlos Falcó, que tendrá un capítulo importante, fue Isabel Preysler, que estaba viviendo la “vida loca” con su amiga Carmen Martínez Bordiu, cuando conoció en una comida a Carlos Falcó quedando fascinada. Acabó subida a la grupa del caballo que él montaba en una Feria andaluza, donde volvieron a encontrarse y se perdieron por El Rocío. Él la ayudó a conseguir la nulidad matrimonial de Julio Iglesias, que fue la condición que puso ella. Se casaron en 1980 en la ermita de la finca toledana del marqués. Tuvieron a Tamara y juntos criaron a los tres hijos que aportaba Isabel, Chabeli, Julio José y Enrique y a los dos de Falcó, Xandra y Manuel. Tuvieron que añadir una planta al chalé familiar para entrar todos. Esther Doña y todos los que leamos el libro por fin sabremos cómo se tomó Falcó, el que Preysler viviera de “extranjis” con el súper ministro, Miguel Boyer, en el Ministerio, siendo aún marquesa o cómo, según me contaba el propio Falcó, enseñó a vestir a Isabel, algo difícil de creer pero él estaba convencido de haber llevado esa labor.

Griñón volvió a casarse en 1993 con Fátima de la Ciervay tuvo dos hijos, Duarte y Aldara. Esta vez no hubo nadie que se cruzara por el camino, simplemente en 2011 se les acabó el amor y él pasó un tiempo en el piso alquilado de su hija Tamara. Coincidiendo con la aparición de Vargas Llosa en la vida de Preysler, Falcó se enamora en una cata de vinos en Málaga.

Esther Doña, a la que llama “Nefertiti” y que se lleva cuatro años con Tamara Falcó, estaba esa noche en la cata por ser prima del bodeguero que organizaba el evento. 5000 whatsapp más tarde, decidieron vivir juntos y firmar como pareja de hecho para la sociedad, la familia y el futuro y luego casarse con papeles. Esther Doña desde ayer, es su viuda.