Gente

Doña Letizia: cuarentena pendiente de su abuela Menchu

A los 15 días de su encuentro con Irene Montero, positivo en coronavirus, doña Letizia (47) permanece aislada en la primera planta del Pabellón del Príncipe, donde el personal se redujo a la mitad Además de ocuparse de sus hijas, está preocupada por su familia

La Reina Letizia y su abuela, María del Carmen Álvarez del Valle, a su llegada hoy a la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora
La Reina Letizia y su abuela, María del Carmen Álvarez del Valle, a su llegada hoy a la parroquia de la Asunción de Nuestra Señoralarazon

«No tengo coronavirus. Por delante me quedan 14 días de cuarentena cuidando de mi familia y trabajando por medios telemáticos(…)». Como bien saben, dos días después de colgar este tuit, Pablo Iglesias, vicepresidente de Derechos Sociales, asistía al consejo de Ministros, y cinco más tarde, daba una rueda de prensa en Moncloa. La pareja de Irene Montero, positivo en el Covid-19, incumplía la cuarentena, por fuerza mayor, y las redes se le echaban encima. «En general, la recomendación es que se haga, pero hay casos en los que se pueden hacer excepciones», le excusaba Fernando Simón, el omnipresente director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Pero, ¿y la Reina Letizia? La esposa de Felipe VI (47) se vio obligada a enclaustrarse y suspender su agenda tras conocerse la afección de la ministra de Igualdad. Letizia había presidido el viernes 8 la mesa de trabajo de la Asociación de Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP). Era su primer acto junto a Montero quien, tras compartir solo unas horas, despidió a la Reina con un par de besos. Seis días más tarde, Casa Real anunciaba que los monarcas se habían sometido al test del coronavirus, de resultado negativo. Desde ese encuentro han pasado dos semanas, un día más que lo que obliga el protocolo del Ministerio de Sanidad tras el contacto con un infectado. Pero la Reina no se confinó hasta el viernes 13, por lo que su «destierro» podría extenderse al 27 de marzo.

¿Cómo lleva Doña Letizia su #yomequedoencasa? Por fuentes cercanas a la Zarzuela, LA RAZÓN les puede confirmar que la Reina ha cumplido a rajatabla con la cuarentena total y se ha mantenido recluida en el Pabellón del Príncipe, la residencia de 1.800 metros cuadrados en la que viven los Reyes y donde el personal se ha reducido a la mitad por precaución. De las cuatro plantas que tiene este edificio, Doña Letizia ha permanecido en la primera, que pertenece a la parte más privada, donde se encuentra la habitación matrimonial, que ha pasado a ser de su uso exclusivo. Se trata de un habitáculo de 110 metros, con dos vestidores, dos baños y dos salitas. Allí ha mantenido comunicación con José Manuel Martínez Pérez, jefe del servicio médico de la casa del Rey, y una enfermera. «Al haber dado negativo en el test, no tendría que tener medidas de aislamiento pero estamos encontrando casos de falsos negativos y la precaución es necesaria. De hecho, lo más conveniente es que la Reina tenga que repetir la prueba para confirmar que la primera dio el resultado correcto», cuentan a LA RAZÓN una fuente médica de toda solvencia. «Si no ha tenido ningún síntoma, lo único que debe hacer es tomarse la temperatura mañana y tarde, llevar mascarilla, guantes y no compartir cubiertos, ni comida con nadie. También es recomendable que lave su ropa de cama con asiduidad. Y, como ya sabemos, nada de relación con su familia».

Disciplinada y perfeccionista, Letizia ha seguido el protocolo y ha permanecido aislada tanto de Felipe VI como de sus dos hijas, sin colegio desde el día 11. Eso sí, ha supervisado los deberes «on line» que Leonor (14) y Sofía (12) han ido recibiendo del colegio Nuestra Señora de Los Rosales (Madrid), donde cursan Tercero y Primero de la ESO, respectivamente. Como estas actividades escolares han mantenido su horario, entre 9 de la mañana y 5 de la tarde, la Reina ha podido ayudarlas y tele trabajar desde su despacho: reorganizar su agenda, leer y enviar de mails... A estas tareas se sumó a principios de semana otra sobrevenida: el discurso con el que Felipe VI quiso tranquilizar a los españoles, víctimas de la crisis sanitaria global. Aunque no pudo estar codo a codo mientras se realizaba la grabación, como suele ser habitual, sí supervisó la alocución, la más vista desde 1992 con casi 15 millones de espectadores. Una hora de ejercicio en el gimnasio de su buhardilla y algo de lectura han coronado cada jornada.

O casi. Porque entre su trabajo, su marido y sus hijas, la Reina ha tenido una constante preocupación por su abuela Menchu, de 92 años, acostumbrada a vivir sola en su casa de Ribadesella (Asturias), sobre todo tras conocer cómo aumenta la curva de fallecidos entre los mayores. Letizia ha mantenido en contacto permanente con su madre, Paloma Rocasolano (68), su padre, Jesús Ortiz (70), y su hermana Telma (46), que ahora vive en Madrid con su pareja, Robert Gavin. Como todos, vamos. La suya también es una familia real.

UNA NONAGENARIA QUE SIGUE FUMANDO

La abuela de la reina Letizia cumplió 92 años el pasado 16 de enero. Aunque María del Carmen Álvarez del Valle, conocida por todos como Menchu, nació en Santander, a los 16 años se trasladó a Asturias, donde nacieron sus tres hijos: Jesús José (padre de Letizia), Henar y Cristina, fallecida en 2001. Pese a haber sobrepasado ya los 90 años, es una mujer muy independiente, que conduce su propio utilitario, de la marca Clío, y está siempre conectada a Internet con su tablet. De fuerte carácter, con motivo de su última onomástica, le confesó a nuestra compañera Carmen Duerto, cuál era su mayor vicio, que también es ahora la máxima preocupación de Letizia: “Sigo fumando porque me gusta y a estas alturas…Lo he intentado dejar porque mi hijo me regaña. Fíjate donde llego a veces, que si está mi hijo fumo a escondidas, que es el colmo”. Otro motivo de preocupación es que la bisabuela de Leonor y Sofía se empeña en vivir sola en Sardéu, una aldea cercana a Ribadesella (Asturias).