Gente

Camila Cabello habla de su trastorno obsesivo: “Estaba desesperada”

La cantante hace públicos sus problemas de salud mental

Camila Cabello / Reuters
Camila Cabello / Reuterslarazon

La artista ha hablado de su experiencia lidiando con problemas mentales a través de una carta personal dirigida a la revista WSJ Magazine, en un especial dedicado al cuidado de la salud mental. En ella, la intérprete de “Havana” confiesa que ha padecido un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), una patología que le provocaba pensamientos y miedos irracionales.

La artista comenzaba destacando el contraste de su vida en redes sociales contra la realidad:

“Si miras mi feed de Instagram durante el último año, verás fotos mías escribiendo en el estudio, llevando un vestido increíble justo antes de subir al escenario para actuar, otras en las que salgo acurrucada con mi perra, o fotos en las que estallo de emoción mientras canto.Pero estas son las fotos que no verás: a mi llorando en el coche, hablándole a mi madre de la ansiedad y los muchos síntomas del TOC que estaba sufriendo. Tampoco nos verás a mi madre y a mi en una habitación de hotel, leyendo libros sobre el TOC porque estaba desesperada por encontrar una solución. O a mi, experimentando lo que parecía una ansiedad constante, firme e incesante que hacía que mi vida cotidiana fuera dolorosamente difícil”.

Además, la artista segura que al principio le daba vergüenza admitir que padecía este trastorno: “Me daba vergüenza sentirme en guerra con mi mente”, dice. “No quería que las personas que pensaban que yo era fuerte, capaz y segura, descubriesen que en realidad me sentía débil. Pensaba que si hablaba, la gente creería que no era fuerte, ni capaz de manejar las cosas”.

Y admite que necesitaba contarlo para avanzar: “Negar mi sufrimiento y reprenderme a mí misma no ayudaba. Con el TOC, sentía que mi mente estaba jugando a una especie de juego cruel conmigo”, explica.

Comezó a recibir terapia cognitiva-conductual, que le ayudó a entender su forma de comportarse y el origen de su trastorno. Además recurrió a la meditación y a técnicas de respiración para reducir la ansiedad y con las que “me siento más sana y conectada a mi misma que nunca”.

“Durante mucho tiempo, sentí que la ansiedad me robaba el humor, la felicidad, la creatividad y la confianza en mi. Pero ahora ambas somos buenas amigas. La escucho porque ahora he aprendido que mi ansiedad solo intenta mantenerme a salvo, pero intento no prestarle mucha atención. Y estoy completamente segura de que ya no dejo que tome decisiones por mi. Vivimos en una cultura que nos empuja a alcanzar la perfección. Las redes sociales pueden hacernos sentir que deberíamos ser tan perfectos como los demás esperan que seamos. Y lejos de ser una debilidad, en realidad, identificar nuestras luchas internas y tomar los pasos para sanarnos, es poderoso”.