Las primeras personas a las que Mila Ximénez reveló que tenía cáncer

Hace ya una semana que Mila Ximénez recibió el diagnóstico que ha cambiado su vida drásticamente. Tras confinarse en su casa, nada más comenzar el estado de alarma, debido al Covid-19 y al doloroso herpes zóster que la ha mantenido postrada dos meses, los terribles dolores de espalda que sufría la ex de Manolo Santana han acabado aflorando, con una resonancia, como un cáncer de pulmón.

Tras el inesperado y duro diagnóstico, la colaboradora de Sálvame escogió cuidadosamente a quién confiar esta información para evitar filtraciones.No quería que su hija Alba, a quién trata de proteger siempre, se enterara de su enfermedad antes de que los médicos hubieran realizado todas las pruebas para “poner nombre y apellido a su cáncer”.

Sus hermanos, Manolo y Encarni, que han superado el cáncer: los primeros en enterarse de la terrible noticia

Las primeras personas a las que llamó para decirles que la resonancia mostraba la existencia de un tumor fue a sus hermanos, Conchi, Encarni y Manolo, que también han pasado por un cáncer y han logrado superarlo. Ellos mejor que nadie podían comprender su angustia y transmitirle optimismo en un momento en el que la incertidumbre, el desconocimiento y el miedo, suelen paralizar a quiénes reciben un diagnóstico semejante. Sus hermanos, a los que está muy unida, han conseguido que Mila encare la enfermedad con espíritu de lucha y optimismo y no han dudado en trasladarse a Madrid, a la recién estrenada casa de Mila, para estar junto a ella y acompañarla a todas las pruebas.

La presencia de sus familiares y sus consejos son un bálsamo para Mila: ellos son el ejemplo de que el cáncer es un mal que se puede vencer. En un ámbito familiar, en el que esta enfermedad no ha dado tregua desde hace algunos años, se decidió esperar unos días, los necesarios para hacer más pruebas y conocer el alcance del cáncer, antes de dar a su única hija, Alba, la terrible noticia.

Terelu Campos supo hace una semana la noticia y la puso en contacto con su oncóloga

La siguiente persona en ser depositaria del secreto fue Terelu Campos, otro ejemplo de lucha y supervivencia del cáncer, en su caso, de pecho. A ella acudió para pedirle asesoramiento, consuelo y apoyo y ha sido la hija de Teresa Campos, quién ha puesto a Mila en manos de los mejores especialistas en oncología de Madrid. Consciente de que el tiempo es muy valioso para un tratamiento rápido y efectivo contra el cáncer, Terelu no ha perdido un segundo para conseguirle cita con una oncóloga de renombre.

Jorge Javier y Kiko Hernández, grandes amigos de Mila, fueron los siguientes en tener conocimiento de que los dolores que sufría eran debidos a un tumor extendido por sus pulmones. Son sus grandes apoyos dentro de Sálvame, y eran los únicos compañeros, a los que en esos primeros días de incertidumbre, decidió confiar su dolencia. Mila temía que de saberlo el resto de colaboradores del programa, se pudiera filtrar la noticia y no quería que Alba se enterara de algo así por la prensa, sino por su boca y con un mensaje de optimismo. A todos ellos, igual que al resto de España, se lo dijo en directo ayer durante una conexión telefónica en “Sálvame Tomate”. Sus caras de dolor y sorpresa indican que nadie sabía nada, ni siquiera María Patiño, que no podía articular palabra.

Sus jefes y sus amigos, Jorge Javier y Kiko Hernández, estaban al tanto de lo que le ocurría a Mila

Durante esta semana en la que Ximénez ha tenido que realizarse diferentes pruebas médicas, se ha ausentado de los platós. Tendrá que ausentarse durante semanas, ya que este mismo viernes, empieza el tratamiento. Por ese motivo, para explicar a sus jefes que no podría acudir a su puesto de trabajo, a colaboradora se puso en contacto con los dueños de La Fábrica de la Tele, Oscar y Adrián Cornejo y con sus directores de Sálvame: Alberto Díaz y David Valdeperas. También el director de Lecturas, Luis Pliego, con quién Mila tiene una relación más estrecha de lo estrictamente profesional, fue puesto sobre aviso. Mila ha querido explicar a todos ellos que necesita tomarse una baja laboral para sus pruebas médicas y para comenzar un tratamiento de quimioterapia inminente, aunque en su mente está regresar al trabajo lo antes posible.

La discreción de Mila y su círculo de confianza ante el cáncer tenía como objetivo proteger a Alba, su única hija.

Pero Mila necesitaba esperar unos días antes de afrontar la conversación más difícil de su vida: confesar a su hija Alba que padece cáncer. Algo que, contra su deseo y por razones de fuerza mayor, ha tenido que hacer por teléfono ya que su única hija vive en Amsterdam. Alba, una mujer fuerte y sensata, ha asimilado con optimismo esta información y en unos días, vendrá a España para estar junto a su madre en estos difíciles momentos.

El sueño de Mila es poder pasar parte del verano en Marbella junto a Alba y sus nietos, por lo que, tras hablar con el equipo médico que va a tratarla, ha conseguido que su tratamiento se adapte a esta circunstancia. Según confesó ayer a sus compañeros, “Alba es muy fuerte y le he jurado que de esta voy a salir. Y yo lo que lo juro a mi hija lo cumplo. Los niños sólo saben que este verano voy a tener que dormir la siesta y descansar un poco más.”