Gente

Tres meses de la muerte del marqués de Griñón a la espera de un funeral

Su hija Xandra asegura que tendrá la despedida "que se merecía"

EL MARQUES DE GRIÑON , CARLOS FALCO JUNTO A SUS HIJAS TAMARA Y ALEJANDRA FALCO DURANTE EL MADRID FUSION 201125/01/2011MADRID
EL MARQUES DE GRIÑON , CARLOS FALCO JUNTO A SUS HIJAS TAMARA Y ALEJANDRA FALCO DURANTE EL MADRID FUSION 201125/01/2011MADRIDEAGGTRES

“A mi padre le celebraremos el funeral, que a él le hubiera gustado y cuando se pueda porque con la pandemia no hemos podido. Ahora casi no nos podemos reunir y a él le habría gustado que pudiera venir todo el mundo que le apreciaba, haremos el funeral que se merece”. Esta es la opinión de la segunda hija del marqués de Griñón, Xandra Falcó, cuando justo hoy, sábado 20 de junio, se cumplen tres meses de su inesperado y repentino fallecimiento por covid19.

Xandra Falco, en Malpica del Tajo.
Xandra Falco, en Malpica del Tajo.Cristina BejaranoLa Razón

“Fue todo tan repentino, tan rápido, que su muerte fue un momento difícil de entender. Han pasado tres meses pero aún resulta difícil y le vamos a echar de menos, pero yo sé que estará por encima nuestro cuidándonos. Yo desde luego le siento muy cerca porque estoy viviendo con mis tres hijas y mi marido en el campo, en Malpica y esta casa está llena de cosas suyas. En el silencio del campo he podido tener un duelo con mucha paz”. Y aunque Xandra nos asegura a La Razón que todo seguirá igual con respecto a los negocios “los vinos y el aceite siguen como hasta ahora, todo lo llevan desde la bodega. Tenemos un consejo de administración con un equipo directivo gestor externo que lo seguirá llevando. Yo lo dejé en 2018, cuando así se decidió, pero me quedé como accionista”.

Esa continuidad sí que afectará al proyecto que Carlos Falcó estaba a punto de poner en marcha con su cuarta esposa, Esther Doña, es Xandra la que parece apuntarlo “el negocio de las cremas con aceite de oliva, no es un proyecto mío. No trabaje nunca ahí y tampoco sé si se va a seguir adelante ese proyecto”.

En los tres años que ha durado el cuarto y último matrimonio del marqués de Griñón, la pareja quería crear algo juntos. Elaborar cremas corporales con el aceite de oliva de la finca de Malpica, que Esther se bebía en copas de Jerez, era el proyecto que estaban ultimando los marqueses. Con respecto al patrimonio, los herederos comienzan a mover ficha. El miércoles la revista Hola anunciaba la puesta en venta de una de las joyas de la Corona del difunto marqués, el palacio de El Rincón en Aldea del Fresno. Allí se casó con su cuarta esposa, Esther Doña y allí establecieron su residencia. Precisamente el covid les sorprendió a los dos en el palacio que se encuentra a casi una hora de Madrid. Carlos Falcó salió de allí para no regresar, moría unos días después en el hospital. Su viudad, también contagiada, tuvo que seguir confinada y no pudo enterrarlo.

Esther Doña y Carlos Falcó en una imagen de archivo
Esther Doña y Carlos Falcó en una imagen de archivoLalo AlvarezGTRES

Esther tenía claro que era muy difícil seguir viviendo en el palacio “todo le recuerda a él, le cuesta estar dentro de la casa y se pasa el día paseando por el jardín” esto es lo que supimos, a raíz de la muerte de su esposo y que en cuanto pudiera se iría de allí. Como así ha sido, la marquesa viuda de Griñón se ha mudado con sus pertenencias y su perrita Chloe. Desalojando el palacio les ahorra a los herederos un trámite desagradable, dada la intención que se ha conocido ahora, de vender la propiedad, que además de vivienda, solían rentabilizar alquilándolo para rodajes y eventos, incluidas bodas, ya que El Rincón cuenta con capilla para oficiar misas. Una capilla que el marqués reformó para darle una alegría a su tercera hija, Tamara. A la que también ha premiado con el título más simbólico de la familia, el marquesado de Griñón que da nombre a los vinos y aceites que explota la familia a través de una sociedad, en la que participan otros socios ajenos a la familia. Esther Doña, se ha retirado sigilosamente para seguir su duelo y de momento, sin hacer ruido. Tan sólo ha sacado sus pertenencias y el bichon maltés, que Carlos Falcó le regaló cuando su anterior perrita, Tiffany, murió.

Con sus tres mujeres anteriores Falcó tuvo descendencia, con Doña compartía a Chloe. Tamara además de la herencia material, reconocía que había heredado “su carácter. Él tenía una inocencia innata muy propia de los niños y creo que eso lo he heredado de él”. Su hermana mayor Xandra, que nos afirmaba a La Razón que los cinco hermanos de tres madres diferentes, se llevan muy bien, cree haber heredado “muchos valores y una forma de hacer las cosas. También la alegria, la positividad y el ser de verdad. Yo creo que tanto mi padre como yo, somos lo que ves. No hay doble cara. Somos naturales, auténticos, muy de campo y pegados a la tierra”. Xandra, aún habla en presente de su padre. De los cinco hermanos, el mayor, que nació en California y ahora es marqués de Castel Moncayo, Manuel Falcó y en agosto cumplirá 56 años, es un lince de la economía, Manuel, es director global de banca de inversión de la empresa Citi, lleva años ocupándose de las finanzas patrimoniales de la familia, siendo el que ha acudido al rescate cuando ha sido necesario.

Está casado con Amparo Corsini y tienen tres hijos: Carlos, Manuela y Mariana, contemporáneos de sus hermanastros menores, Duarte y Aldara, hijos del tercer matrimonio de Carlos Falcó con Fátima de la Cierva. Ellos también tuvieron sus domicilio familiar en el palacio de El Rincón que ahora venden. Los 3000 metros cuadrados del palacio del siglo XIX con 30 habitaciones y en cuyo salón de los espejos pueden comer 220 personas, está rodeado por cinco hectáreas de jardines como el de las mimosas, el de grava o el patio de las ranas y viñedos con su estación meteorológica y el coto de caza por donde han disparado, desde Alfonso XIII, hasta don Juan Carlos y don Felipe de Borbón.