Lo que revelan las cartas astrales de Paloma Cuevas y Enrique Ponce

Hay quién confunde el horóscopo y lo que dice la revista de turno que habla generalizaciones para toda la semana sobre los tauro o los géminis, con la astrología, una ciencia milenaria y basada en la interpretación de las constelaciones y cómo estas afectan a la personalidad de la gente según el día en el que nacieron. Tiene más de 25.000 años.

Todos tenemos una carta astral y podemos o no creer en ella pero lo cierto es que hemos mirado con detenimiento y ayuda de varios expertos cuál es la carta astral del ex matrimonio Ponce Cuevas para poder entender un poco mejor qué tipo de pareja formaban.

Paloma Cuevas

Nacida bajo el signo de Virgo, tiene la luna en Libra y Saturno en Géminis. Esta combinación hace que, aunque aparentemente sea cálida y amable (que lo es y mucho) sea una mujer bastante fría, especialmente porque tiene mucho signo basado en aire, aunque Virgo es de tierra. El signo bajo el que naces el llamado solar y el de Paloma está regido por Mercurio que representa la comunicación. La luna, que es la parte emocional de lo que somos, Paloma la tiene en Libra que está regida por Venus que, a su vez, rige el amor. En el caso de Paloma esto explica porque sea afectuosa y cálida en el trato (dulce, educada) pero en el fondo bastante fría lo que no implica nada malo, simplemente que es una mujer más racional que pasional en cuestiones del amor. Y Saturno, que son las obligaciones de la vida, según su carta astral, también las tiene en Géminis que está regido por Mercurio, es decir, es una una mujer profundamente sociable y le da muchísima importancia a la imagen social (siempre impecable), por lo tanto todo esto que le está pasando, además de la parte de un matrimonio que se ha roto, tiene que ser muy duro porque ha sido completamente humillada por su marido.

Su personalidad en Virgo la hace ser una mujer muy perfeccionista, de hecho siempre ha mostrado, incluso en los momentos más duros como el de ahora, una gran perfección. También da importancia a lo material y a los detalles. Le gusta vivir bien y su carta habla de que siempre buscará un hombre con una buena posición social (algo que ella ya trae de serie, por cierto).

La parte de la luna (que es lo que proyectamos hacia los demás), ya hemos dicho que es fría y al vez muy femenina. Para ella es muy importante la imagen, quedar bien con las personas , no dar detalles de su vida (es reservada). Su imagen ha sido minuciosamente cuidada durante todos estos años por ese nivel de perfeccionismo que le caracteriza y ahora la humillación de su marido mostrándose con una mujer mucho más joven y tan guapa como ella a media España, tiene que ser durísimo, sobre todo porque las declaraciones no dejan lugar a dudas: “estamos enamorados”. Esa perfección de Paloma la ha hecho dedicarse en cuerpo y alma a su marido (tenía una magnífica formación académica cuando se casó con Ponce), por lo que la decepción es inmensa. Probablemente esta humillación pública de Enrique hacia ella sea la mayor decepción de su vida por mucho que parezca aparentemente serena.

Enrique Ponce

Nació bajo el signo solar de Sagitario. Este signo se caracteriza por ser muy independiente y muy dado a las relaciones sociales, son el signo del zodíaco con diferencia más extrovertidos y dados a la fiesta, a los viajes, especialmente los internacionales. Es un hombre que tiene muchísima suerte, le gustan mucho los cambios, de hecho Sagitario es de los signos más inestables que hay. La luna, es decir, la parte emocional, la tiene Leo, por lo que es un hombre al que le gusta destacar, ser el centro de atención, rodearse de gente de la élite, cantar bailar y que todo el mundo aprecie lo estupendo que es (no es ningún secreto que en las fiestas con amigos siempre se convertía en el alma de ellas cantando y bailando). Al tener la luna en leo le gusta estar rodeado de mujeres guapas.

La historia de esta pareja es la típica de una mujer (casi) perfecta, educada para estar casada para toda la vida que resulta ser abandonada por una más joven, algo que biológicamente ha sucedido a lo largo de toda la historia de la humanidad. Una historia con un final triste pero que se podía ver venir por tanto viaje y sin ella.