Enrique Ponce

Ana Soria, en exclusiva a LA RAZÓN: “Yo no he roto ningún matrimonio”

La novia de Enrique Ponce renuncia al Erasmus para no separarse del torero: "Llevamos juntos unos ocho meses... y lo suyo llevaba roto desde hace dos años»

La relación de Enrique Ponce y Ana Soria está totalmente consolidada. Tanto, que la estudiante de tercero de Derecho ha decidido renunciar al Erasmus en Polonia, donde pensaba estudiar a partir de septiembre, aunque asegura que «eso no significa que vaya a dejar la carrera. Quiero terminarla y ejercer como abogada»; es. además, la profesión de sus padres. Federico, su progenitor, es un prestigioso letrado de Almería, con bufete propio. Y aunque Ana no se cierra a otras experiencias, desmiente que vaya a dedicarse «al mundo de la moda y las pasarelas o al de las influencers. Tampoco he participado en ningún desfile. Es mentira». Personas próximas a la joven aseguran que «está asustada con el revuelo montado al desvelarse su relación sentimental con Ponce. Es unachica ajena al mundo del corazón y está muy nerviosa. No le gusta ser protagonista de los comentarios de la gente. Ni busca popularidad ni nada que se le parezca. Es solo una mujer enamorada».

Ana habla desde el otro lado del teléfono con una voz muy dulce y cálida. Comenta que «es la primera vez que tengo una conversación con un periodista, y si lo hago con usted es por la amabilidad que transmite. Me ha mostrado un gran respeto desde que descolgué el teléfono. Y eso que lo cogí porque pensaba que era usted otra persona, porque no suelo responder cuando me llaman desde números desconocidos». Es muy educada y simpática. Su aspecto angelical se corresponde con su carácter. «No sé lo que están diciendo por ahí sobre mí, pero quiero aclarar que yo no propicio nada, no llamo a ningún paparazzi para que me pille con Enrique. Al revés, intento que no nos vea nadie, aunque entiendo que a veces es imposible», confiesa.

Con respecto a su decisión de renunciar al Erasmus en Polonia, afirma que «mi vida ha cambiado, es evidente. Y puede adivinar en cierto modo por qué me quedo. Pero no voy a decir todo lo que tengo en mente hacer después del verano. No es una decisión de ahora, sino de hace meses».No responde cuando le cuestiono si entre sus planes está acompañar a Enrique en la temporada en América. Da la callada por respuesta. Pero alguien próximo deja entrever que viajará con Ponce cuando sus quehaceres universitarios se lo permitan. Tampoco tiene claro si «seguiré estudiando la carrera en Granada o cambiaré la matrícula a otra universidad, está por ver». Esta misma semana, una web publicaba que Paloma Cuevas y Enrique Ponce podrían haber roto recientemente y no hace dos años, dando a entender que la aparición de Ana habría sido el detonante de su separación: «No es cierto. Yo no he roto ningún matrimonio. Si el amor se acaba no puedes hacer nada. Cuando Enrique y yo nos conocimos él ya estaba separado de su mujer. Nosotros llevamos juntos unos ocho meses... y su matrimonio llevaba roto desde hace dos años».

El pasado 23 de junio, Paloma Cuevas colgaba en las redes una fotografía con el abuelo del diestro acompañada de un pie que daba lugar a malentendidos: «Con el abuelo de mi marido». La palabra «marido» confunde. Pero Ana afirma que «ella puede llamar a Enrique como quiera, eso ya no es cosa mía. No la conozco». No quiere el menor enfrentamiento con Cuevas, asegura que «no me he enfrentado nunca a nadie. En redes sociales escribo siempre lo que me apetece y están muy equivocados si piensan que un mensaje que subí hace unos días estaba dirigido a ella. Es mentira. Simplemente era un mensaje de ‘‘vive y deja vivir'‘, y hay gente que lo ha malinterpretado. No era para nadie en concreto. Lo mismo que existen personas buenas en esta vida, también encontramos malas. Repito: no quiero el menor enfrentamiento».

Enrique tiene 48 años y Ana 21, la diferencia de edad no parece ser un obstáculo en su relación: «Eso no nos importa, estamos muy enamorados, y el amor no conoce edades. Es totalmente libre». De momento, confirma que no hay planes de boda, desmintiendo a aquellos que anunciaron una ceremonia a corto plazo. Fue el caso del programa «Sálvame», en el que dieron por hecho que la pareja se casará este mismo año. Pero Ana reconoce que «no nos hemos planteado nada en ese sentido, estamos en el comienzo de nuestra relación, es muy pronto para pensar en una boda. El futuro dirá... Lo único que puedo decirle es que somos muy felices y estamos muy enamorados». Me insiste en que «no quiero protagonismo y deseo que esta relación se mueva en los cauces de la tranquilidad. Sé que es complicado no salir en los medios, pero es lo que me gustaría». Un deseo difícil, o imposible, porque la estudiante y el torero son, ahora mismo, la pareja del momento.

Las hijas, tema delicado

No conoce a las dos hijas de su pareja, «todo en su momento, es un tema muy delicado y no quiero hablar de esto», apunta. Pero una de sus amigas confirma que «Ana es muy niñera y le gustaría ser madre dentro de unos años, no ahora, es un sueño por cumplir. Primero quiere acabar su carrera y dejar la maternidad pendiente. Además, desea ejercer en el futuro como abogada. Supongo que se incorporará al bufete de su padre. Si han aparecido fotografías suyas que dan a entender que posa como modelo, nada más lejos de la realidad. Se las hace por diversión».

Las últimas imágenes de la pareja aparecieron el pasado miércoles en una revista del corazón, disfrutando de unos días de ocio y baño en una playa almeriense. Muestras de cariño y sonrisas. Enrique parece un quinceañero que se enfrenta al primer amor. Igual que cuando conoció a Paloma, con la que ha vivido veinticuatro años de matrimonio aparentemente feliz. Aunque el final, tan inesperado para casi todos, haya sido sorpresivo. Pasaba por ser la unión perfecta, no se conocieron graves crisis, pero hasta la perfección puede resquebrajarse cuando menos te lo esperas. Hoy queda un cariño de amigos y un gran respeto. Y dos hijas maravillosas de por medio a las que sus padres no quieren hacer daño. La separación es de mutuo acuerdo y sin mayores desafueros. El torero reaparecerá en los cosos taurinos el próximo día 1 de agosto en la plaza sevillana de Osuna. Y allí estará Ana en lo que supondrá su primera aparición pública para animar a un Ponce profundamente enamorado.