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Los Sábados de Lomana: “Paloma Cuevas se llevó a sus padres a vivir con ellos, y las parejas necesitan intimidad”

"¿Quién tiene derecho a criticar nada" se pregunta la socialité

Enrique Ponce y Paloma Cuevas
Enrique Ponce y Paloma CuevasInstagramLa Razón

Llevamos varias semanas a vueltas con el tema Enrique Ponce, Paloma Cuevas, y la nueva novia, Ana Soria. Todo el mundo habla, comenta al principio sin dar crédito, yo misma no me lo podía creer. Eran el ejemplo de la pareja perfecta, quizá demasiado perfecta, su casa, su vida, siempre en aparente armonía. Paloma vestida de Valentino maravillosa, con su melena recién salida de la peluquería, en fin, que daba gusto verlos.

Cuando saltó la noticia de la separación comenzaron las mil especulaciones de opinadores y tertulianos sin tener ni idea, porque nadie que no fuese de su círculo muy cercano sabía lo que estaba ocurriendo en sus vidas Pasado el «shock» del momento, me puse en contacto con Paloma y la encontré muy bien y tranquila, sin una mala palabra o un mal gesto hacia su marido.

Los dos lo tenían perfectamente asumido, por eso se habían dado un tiempo de reflexión y de dejar fluir los sentimientos. Paloma se despidió de mí con un «sabes que te adoro», siempre los dos han sido sumamente cariñosos conmigo, cuando sabían que estaba en alguna ciudad en la que toreaba Ponce me invitaban, pues conocían mi afición taurina. Los dos son un ejemplo de saber estar ante una separación.

¿Es que alguien no entiende que después de una convivencia de 24 años puede haber un gran desgaste? Lo que pasa dentro de una pareja solo ellos lo saben. Puedes querer con locura, admirar, pero la convivencia y los problemas de la vida, esos que todos tenemos por muy fantástica y exitosa que parezcan nuestras vidas, va desgastando la relación y la magia que un día sintieron cuando se miraban, sin darte cuenta, tu marido o tu mujer se ha convertido en tu mejor amiga o amigo, que ya no queda un ápice de pasión, de deseo, que no te apetece hacer el amor.

Así de sencillo, no «se rompió el amor», se rompió la pasión, en personas y los conozco bien, como Enrique y Paloma. El amor, el cariño, el respeto nunca creo que se rompan. Hubo algo que resultó un gran tsunami en sus vidas. Fue la muerte del hermano de Paloma. Ella se centró y refugió en la familia e incluso llevó a sus padres a vivir con ellos. Y las parejas necesitan intimidad, tiempo para los dos. Pero me ha gustado mucho la naturalidad de Enrique al reconocer que estaba ilusionado y enamorado de Ana Soria. He visto unas fotos en las que la felicidad y el amor los desborda.

¿Quién tiene derecho a criticar o comentar nada? Es su vida. El amor es una cuestión de comunicación entre dos personas, de atracción, nada que ver con la edad. Solo deseo que los dos, Paloma y Enrique, sean felices sea cual sea su opción de vida.