Bárbara Rey: “Nunca he hablado del Rey, y ahora, menos”

La polémica levantada en torno al Rey Juan Carlos no causa el menor interés, o eso aparenta, en quien, según se ha comentado, fuera una de las amistades más cercanas del monarca. Bárbara Rey, como se publicó en su momento, gozó de la amistad del padre de Felipe VI, pero, hoy, la actriz prefiere no hablar ni pronunciarse sobre el asunto y nos recuerda al preguntarla que «nunca he hablado del Rey, y ahora, menos»

–Pero estará enterada de la polémica…

–Le repito que no voy a referirme a ese tema. No voy a opinar nada.

–¿Ni tan siquiera de lo que le parece?

–No me parece nada, no insista por favor. Sigo en mi línea, pienso lo que pienso y me lo guardo para mí.

Tal y como están las cosas, no le parece conveniente meterse en problemas. Además, una fuente cercana a la artista me advierte de que «aquella íntima amistad acabó fatal. Y los dos no se hablan». Bárbara Rey reside la mayoría del año entre Madrid y Marbella, pero cada dos o tres meses pasa unos días en su tierra natal, Totana, para visitar a su hermano, ingresado en una residencia, y a sus primos. Ayer, en esta localidad murciana de 35.000 habitantes se implantaban alarmantes medidas de restricción, similares a las de la Fase1, por el rebrote de casos de coronavirus. Cincuenta y cinco en menos de una semana, lo que causa una gran preocupación en laartista por temor a que la pandemia pudiera afectar a sus familiares.

«Aunque estoy en Marbella, me mantengo en contacto permanente con los miembros de mi familia que residen en Totana. Ayer hablé con mis primos y se encontraban bien. Y si hoy no me han llamado quiere decir que siguen perfectamente. Si pasara algo anormal ya me habría enterado. Gracias a Dios todos están sanos. Pero es preocupante lo que está ocurriendo en Totana…»

–¿Tiene miedo de que puedan caer enfermos?

–Espero que no les pase nada… Porque todos los habitantes de Totana corren un riesgo. Creo que el rebrote lo han causado algunos temporeros que llegaron de fuera… Tomo mis precauciones, sigo las normas establecidas, pero hay personas que se creen inmunes y no actúan como yo. Y entonces sucede lo que no debe pasar. Creo que deberían tomarse mayores medidas de precaución con todos los que llegan a España desde el extranjero. Es más, en las últimas semanas he viajado a Totana, Madrid y Marbella, y al coger el AVE nunca me hicieron las pruebas para ver si sufro o no el virus. Imagínese… Ni me tomaron la temperatura. De lo único que me advirtieron fue de que no me quitara la mascarilla en todo el viaje. Me da que, por desgracia, no se hacen pruebas por falta de medios.

– ¿Cómo se encuentra su hermano?

–Mucho mejor, le estuve cuidando bastante tiempo, pero ingresó en una residencia y le tienen muy controlado. Voy a verle y me preocupo…

–¿Se afinca usted definitivamente en Marbella?

–Llevo años viviendo más tiempo en esta ciudad que en otros lugares. En Marbella estoy muy tranquila, tengo buenas amistades y una vida sin ningún sobresalto.

–No trabaja.

–En estos momentos no tengo proyectos profesionales, hay que tomarse las cosas con mucha calma.

–Echará de menos su profesión.

–Siempre se echa de menos, pero la situación no es como para afrontar grandes proyectos. Además, no estoy por la labor de nada.

–¿Se ha jubilado?

–No, claro que no. No soy una jubilada. Siento que hago lo que quiero dentro de unos límites.

–Tendrá buenos ahorros.

–Mire, si no trabajas no generas ingresos, pero llevo una vida más controlada, gasto mucho menos que antes, administro bastante bien mi dinero. Me apaño lo mejor que puedo.

Su hijo Ángel la convirtió en abuela primeriza, y es de lo que más presume: «La niña no puede ser más guapa, es preciosa, simpática y muy graciosa. No sé si hablo así porque soy su abuela, pero le aseguro que la veo así».

–¿Apunta maneras de artista como su abuela?

–Es muy pequeña todavía, tiene dos años y medio, aunque la verdad es que hace unas cosas, pone unas poses… que parece modelo. Es monísima, me asombra su gran desparpajo.

–La que merece todos los elogios es su hija Sofía. Consiguió desintoxicarse de las drogas y ahora ayuda a gente a dejar sus adicciones.

–Es una persona maravillosa, la admiro muchísimo por su fortaleza y su entrega a los demás. La verdad es que soy madre de dos hijos estupendos.

–De su hijo Ángel no habla nunca.

–No le gusta que lo haga. Eligió una vida anónima, vive muy feliz con su esposa y su hija y respeto su decisión de no salir en los medios de comunicación. Nos queremos, nos vemos siempre que puedo ir a verle. Disfruto mucho jugando con mi nieta…

No tiene pareja ni la quiere, el amor dio siempre paso al desamor y hoy sus sentimientos los vuelca en las personas que nunca le fallaron y a las que quiere con locura, sus dos hijos y, por extensión, su nieta.