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La cuarta juventud de Berlusconi con una diputada de 3O años

No le salen baratas las rupturas al político. A su última novia le pagará 20 millones por diez años de amor

RNPS - PICTURES OF THE YEAR 2013 - Former Italian Prime Minister Silvio Berlusconi waves to supporters as his girlfriend Francesca Pascale looks on during a rally to protest his tax fraud conviction, outside his palace in central Rome August 4, 2013. Tensions in Italy's squabbling coalition heightened ahead of a rally by supporters of Berlusconi in Rome in protest at a tax fraud conviction that threatens his future in politics and the fragile government. REUTERS/Alessandro Bianchi (ITALY - Tags: POLITICS CIVIL UNREST TPX)
RNPS - PICTURES OF THE YEAR 2013 - Former Italian Prime Minister Silvio Berlusconi waves to supporters as his girlfriend Francesca Pascale looks on during a rally to protest his tax fraud conviction, outside his palace in central Rome August 4, 2013. Tensions in Italy's squabbling coalition heightened ahead of a rally by supporters of Berlusconi in Rome in protest at a tax fraud conviction that threatens his future in politics and the fragile government. REUTERS/Alessandro Bianchi (ITALY - Tags: POLITICS CIVIL UNREST TPX)ALESSANDRO BIANCHIReuters

Los continuos romances le servirán a Berlusconi para sentirse más joven, pero difícilmente más rico. Casi una década llevaba junto a la «showgirl» Francesca Pascale, de 35 años, pero una vez más la historia ha terminado y la cuenta no le saldrá barata. Tras sentarse a negociar, ambos han acordado que el magnate le entregará 20 millones de euros, más un sustento de otro millón anual. Es el precio a pagar por acudir acompañado a fiestas y demás eventos con una chica medio siglo más joven que él. Con ésta, son ya cinco las personas a las que Berlusconi les debe una indemnización millonaria.

Las partidas en pensiones ascienden a 75 millones, de los que 46 se los lleva su ex mujer, Veronica Lario. Debe ser que tampoco le preocupa demasiado, porque el ex primer ministro parece que ya le ha buscado sustituta a su antigua novia. Según publica la prensa italiana, la nueva se llama Marta Antonia Fascina, es diputada de su partido, Forza Italia, y tiene 30 años. Aún más joven que la anterior. Lo que no está claro es si la diputada Fascina acompañará a su jefe en su nueva vida.

Adiós al Palazio Grazioli

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En la puerta del Palacio Grazioli no faltaba nunca una patrulla del Ejército. Cada vez pasaba menos por allí, pero en el edificio renacentista tenía todavía su residencia romana «Il Cavaliere». Lleva pagando el alquiler desde 1995, cuando los Grazioli se vieron obligados a obtener liquidez después de entregar una fortuna a la mafia por el rescate del padre de familia –y duque–, sin saber que éste ya había sido asesinado. El dueño de Mediaset era un triunfador en los negocios, pero buscaba una casa con la que afianzar su poder político. Durante décadas, el barrio albergó el cuartel general de la Democracia Cristiana y del Partido Comunista, los dos grandes bloques de la política italiana del siglo XX. El traslado de Berlusconi supuso su salto a la primera línea. La casa de la Via del Plebiscito, a medio camino entre Plaza Venecia y el Parlamento, bien valía los casi 500.000 euros que ha pagado anualmente por sus habitaciones con vistas. Una sede que ahora abandona.

Incluso para Berlusconi la factura se ha hecho demasiado costosa, sobre todo teniendo en cuenta el dinero que se le va en su vida personal. Según la prensa italiana, apenas quedan por allí dos secretarias, el chófer y un par de hombres de confianza de su partido, que todavía tienen su oficina en el local. Durante el confinamiento, ‘Il Cavaliere’, de 83 años y varias operaciones delicadas a su espalda, se trasladó a la villa que tiene su hija Marina cerca de Niza, con 100.000 metros cuadrados de terreno. En Milán conserva la mansión de Arcore, su principal residencia; y tampoco se ha desprendido de la célebre Villa Certosa, en Cerdeña, donde sus fiestas de lujo con políticos y prostitutas crearon el concepto del «bunga-bunga». Ahora cambia el Palacio Grazioli por otro caserío a las afueras de Roma, en la Appia Antica. Entre las ruinas del Imperio y una frondosa vegetación, ocupará las estancias en las que vivió hasta su muerte el escenógrafo Franco Zefirelli, que también perteneció a Forza Italia. Berlusconi había comprado el inmueble hacía 20 años, pero hasta ahora prefería los salones de poder romanos antes que el retiro.

El ático del Palacio Grazioli sirvió para albergar reuniones del Consejo de Ministros, cuando Berlusconi presidía el Gobierno. También fue el lugar donde recibía a mandatarios internacionales, como su amigo Vladimir Putin, del que cuentan las crónicas que incluso tenía una cama. Lo que ocurrió allí empezó siendo carne de las revistas, después pasó a la prensa generalista y, finalmente, terminó en los tribunales. Por sus habitaciones desfiló un séquito de prostitutas. Había comida como en un banquete, chistes del anfitrión e incluso canciones, para recordar su pasado de cantante de cruceros. Lo contó, entre otras, Patrizia D’Addario, una de las habituales. «Una noche hubo una cena con muchas chicas y pocos hombres, en la que creo que la única vestida era yo», testificó ante el juez de Bari. Todavía con causas pendientes por veladas como esa, el magnate ya no está para seguir el ritmo. Lo que no quiere decir que no siga siendo un filón para los chismorreos. El último es el de la separación, previo paso por caja. Sus colaboradores dicen que se marcha a su nueva casa para estar más tranquilo, aunque parece que no se dedicará a la vida contemplativa.