Mila Ximénez, el coraje que supera al cáncer

Admiro la serenidad con que Mila Ximenez se enfrenta a ese cáncer de pulmón que le diagnosticaron a principios de verano, su entereza al desvelar lo que pocos sabían, su amor a la vida y el ejemplo que nos está dando a todos. No espero ver esta noche en el “Deluxe” a una mujer superada por la enfermedad y las circunstancias, sino a una Mila incapaz de tirar la toalla. Exultante y emotiva.

A lo largo de este último mes y medio siempre que me comunico con ella, me transmite una fortaleza extraordinaria, ni una sola palabra de desánimo, ni un solo llanto, todo es esperanza y una fe ciega en la curación. Y no me extraña que la fuerza exterior se corresponda con la interior.

Ayer mismo me mandó por Whatssap un mensaje que me llena de satisfacción y lo dice todo: “todo está bien, mi amor. Un millón de besos. Ojalá que pueda volver pronto a mi trabajo en televisión”.

De momento, podrá aparecer esporádicamente, como sucederá esta noche cuando la entreviste su amigo, Jorge Javier Vázquez, en el “Deluxe”, pero su regreso al plató de “Salvame” será más lejano en tiempo. Sigue con la quimioterapia y tiene por delante unos meses de tratamiento. Cuando acabe el verano ya veremos. A veces, una no puede hacer lo que le pide el cerebro y el corazón.

Pero me congratula, y mucho, verla disfrutar de fines de semana surcando en yate las aguas ibicencas con su incondicional Jorge, o haciéndose selfies en Madrid con Belén Ro, Antonio Rossi y otros amigos tertulianos. Compañía no le falta. Entre sus amistades más cercanas y sus hermanos, el cupo de amor está muy bien cubierto. Solamente me falta recordarle lo mucho que la quiero.