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Tensión entre Camila Naranjo y los hijos de Humberto Janeiro
La despedida al patriarca deja en evidencia que los Janeiro no han perdonado la infidelidad que provocó la separación de sus padres.
Rotos de dolor, los familiares de Humberto Janeiro, sus cuatro hijos y su hermana, acudían al cementerio para darle el último adiós al patriarca de Ambiciones. Junto a ellos, a una prudencial distancia y en un segundo plano, con los ojos llorosos, y ocultando su rostro tras la mascarilla, se encontraba la mujer que ocupó su corazón desde su divorcio de Carmen Bazán: Camila Naranjo.
La distancia que han impuesto los hijos de Humberto con una de las mujeres que propició la ruptura del matrimonio de sus progenitores, ha sido mas que evidente en esta triste despedida. El patriarca vivió sus últimos años de vida muy apartado de su familia y prácticamente sólo tenía contacto con su hijo Víctor, el más pequeño y los dos hijos que tenía con Beatriz Trapote.
Los cuatro hijos del “tigre de Ambiciones”, cómo se le conocía en la prensa del corazón a Humberto por sus conquistas amorosas, se posicionaron al lado de su madre, Carmen Bazán, cuando se produjo la separación del matrimonio. El devenir de las amantes de Humberto por los platós de televisión, humillando a su madre y la mala administración económica del ingente patrimonio amasado por Jesulín, provocaron que, prácticamente todos sus hijos le dieran la espalda.
En 2003, después de 31 años de matrimonio y 9 de noviazgo, los padres de Jesulín de Ubrique protagonizaban una mediática separación al ser descubiertas las relaciones sentimentales que mantenía Humberto, simultáneamente, con Angelita y Camila. Y ha sido esta última, la única mujer que estuvo hasta el final de sus días, a pesar de su declive físico, que le hacía ser dependiente y su ruina económica.
A pesar de la diferencia de edad y del polémico inicio de esta relación, Camila ha demostrado que su amor por Humberto ha superado todas las dificultades. Tras el destierro de Humberto de la finca Ambiciones, una propiedad cuyo uso cedió Jesulín a sus padres, comenzaron a convivir en el chalet propiedad de Camila en Prado del Rey, una localidad cercana a Ubrique.
En el cementerio de Ubrique, dónde ha sido velado su cuerpo en la sala de duelos del camposanto, se han encontrado los hijos de Humberto, Carmen, Humberto, Víctor y Jesús, con la que puede considerarse la viuda moral de su padre. Al parecer, según ha trascendido, era Carmen Janeiro quién abría la sala del tanatorio a las siete de la mañana, consiguiendo así evitar los objetivos de los numerosos fotógrafos que se han desplazado hasta Ubrique.
A primera hora de la mañana, llegaba también Humberto hijo, que lo hacía solo, ya que se ha divorciado recientemente. Poco después llegaba Jesulín, acompañado de Maria José Campanario, con el semblante muy serio y conduciendo su propio vehículo. El último en llegar era Víctor, acompañado de su esposa, Beatriz Trapote que vestía un mono negro y se mostraba especialmente afectada.
Camila Naranjo, llegaba vistiendo un pantalón negro y camisa blanca, acompañada de una amiga. En ningún momento, al menos en público, se ha producido ningun gesto de cariño o pésame entre ella y los hijos del hombre con el que convivía desde hacía quince años.
Algunos testimonios aseguran incluso que esa distancia se ha mantenido en el velatorio y en el responso de veinte minutos de duración, oficiado en Ubrique y previo a su entierro, que se ha celebrado en la más estricta intimidad.
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