Miguel Poveda, sobre su novio: “Es muy generoso conmigo y con mi hijo”

El artista ha abierto su corazón a Toñi Moreno y en su programa “Un año de tu vida” que emite Canal Sur ha hablado sobre su hijo Ángel, nacido de una gestación subrogada y con quien ha pasado el confinamiento.

También, ha confesado a la gaditana que tiene el corazón ocupado por un hombre 15 años menor y que aunque aún no ha tenido ocasión de conocer a la familia de su pareja, la relación va en serio. “Ya lo saben. No hemos coincidido, pero tengo muchas ganas de conocerlos, sobre todo a su madre”, dijo Poveda.

“Él trabaja en Córdoba. Nos vemos los fines de semana y hemos creado una familia muy bonita. Mi hijo lo adora y eso es lo más importante para mí”, aseguraba a Moreno.

Al comienzo de su relación, Miguel no quería que su novio se atara a él. Sin embargo, decidió quedarse en su vida: “Bueno, yo al principio le decía que volara. Él es quince años más joven que yo y yo le decía que estaba en otro momento, que ya había salido todo lo que tenía que salir, que con lo guapo que es iba a encontrar a alguien... Pero no se abrumó, gracias a Dios, y estamos juntos. Es un ser maravilloso", ha dicho orgulloso.

El cantaor asegura que su pareja mantiene con su hijo muy buena relación. "Lo adora. Ángel, mi hijo, no concibe dormir sin mí. Por otra parte, mi pareja es muy alto y se mueve muchísimo. Nosotros nos vamos a la cama juntos y, cuando él siente que nosotros estamos dormidos, se levanta y se va. Es muy generoso conmigo y con mi hijo”.

Durante la entrevista el flamenco también desveló algunas anécdotas de su paso por el ejército. “¡Me toco hacer la mili! ¡Qué no sabes lo que fue! La hice en Huesca con un capitán que estaba obsesionado con las guerras”, ha confesado. A nivel personal, le resultó algo difícil por si lo discriminaban por su orientación sexual: “Estaba aterrorizado porque con 19 años era un niño, y no es que tuviese mucha pluma, pero era muy blando”. Además, confiesa que en aquella época se enamoró hasta en dos ocasiones.“Dos veces y de uno de ellos muchísimo, pero dejé de hablarle porque fumaba porros, que para mí era lo peor. La mili fue una escuela donde no todo lo que aprendí fue bueno, pero me espabilé y salí mucho más fuerte”, ha relatado.