Gente
Diario de una mujer políticamente incorrecta: De un consolador en compañía a los secretos de Illa
En Madrid, como en el resto de España, nos vuelven locos con las restricciones. Si seguimos así, Ayuso acaba confinándonos por horóscopo
Lunes
El primer día tras el estado de alarma, un chorro de políticos del PSOE –¡hasta el ministro de sanidad!– y del PP van y acuden, con dos narices, a un fiestón organizado por el director de «El Español» de casi cien personas. Y se lía en las redes. Pedro J. se justifica diciendo que juntar políticos de distinto signo debería ser «digno de encomio». Se ve que las restricciones no son para los políticos. Ni para Pedro J.
Martes
Tras la presentación de los presupuestos generales del Estado, de ese Gobierno «más que de coalición, de yuxtaposición» (Carmen Morodo dixit), Iglesias vuelve a arrobarse toooodos los éxitos. Mientras, al ministro Illa casi le sale un «no lo volveré a hacer más» cuando le preguntan por su presencia en la fiesta del día anterior y María Jesús Montero hace un ejercicio de autorreflexión y dice que se propone no acudir a este tipo de actos por mucho que estén dentro de las normas, puesto que muchos no entienden que se les limiten sus reuniones a seis personas y luego… La ministra reflexiona, por cierto, embutida en una camisa gris plata con escote barco desbocado y una chaquetita fucsia. Modelito nuevo, claro. No la he visto repetir conjunto ni una sola vez. En mi retina aún está ese vestido rojo, rojísimo, con escote en pico, combinado con unos enormes pendientes y zapatos del mismo color, que lució en una de sus comparecencias, a mediodía, en pleno confinamiento, con recuento de cifras pavorosas.
Si hubiese ido vestida como aquel día a un cóctel de presentación de un perfume, a las siete de la tarde, a la embajada francesa, también hubiera ido «overdress»… Ya, ya, ya…. Que si critico la indumentaria de la ministra porque es mujer y me olvido de la del ministro porque es hombre… Pues no. Sucede que Illa, como mucho, se cambia de corbata. Pero anda que no se han revisado el moño y el pendiente del vicepresidente. Han dado más que hablar que «La isla de las tentaciones». Carlos García Calvo decía que el mejor amigo de una mujer es su peluquero. De algún hombre también. Aunque no sé si a Iglesias le peinan o solo le asesoran, pero sí que hacerse ese moño cada día tiene su aquel. Como también definirse las ondas que lleva la ministra de trabajo, Yolanda Díaz. ¡Cómo cambian los pelos con un estatus ministerial!
Miércoles
Sale en la tele un anuncio de un consolador. Espectacular. No sé ve nada, pero lo dice todo. Dicen que el director es Daniel Warwick, famoso por su trabajo en «Juego de Tronos» y «El Gran Hotel Budapest», el creador de los anuncios de «Playboy». Los consoladores se han hecho un hueco en las tertulias femeninas. Ya no da vergüenza mencionarlos. Tampoco utilizarlos.
Comento con mis amigas que yo tengo uno, que me lo regaló mi marido y que lo usamos en nuestras noches de pasión. «¿Juntos?», me pregunta una de ellas. Y añade: «Nena, eso no tiene sentido. Se trata de usarlo sin compañía...». Y pienso en lo antigua que soy, por eso de que a mí los orgasmos y los hijos siempre me han gustado compartidos… También en la tele, Mabel Lozano y Pablo J. Conelly presentan libro: «PornoXplotación». ¿Somos conscientes de que nuestros hijos, esos angelitos de diez u once años, pueden estar entrando en páginas porno sin que lo sepamos? ¿Y de que hay quien les quiere captar para convertirlos en estrellas del porno?
Jueves
Un juez de Barcelona ordena el arresto de 21 catalanes a los que la Guardia Civil acusa de apoyar económicamente a Puigdemont, en un auto en el que se afirma que Rusia ofreció trasladar a Catalunya a 10.000 soldados y pagar la deuda catalana. Me viene a la cabeza el título de Jardiel Poncela… «¿Pero hubo alguna vez 11.000 vírgenes?». Y parafraseo: ¿pero hubo alguna vez 10.000 soldados rusos? La embajada rusa aún se está riendo. O no. El mismo jueves, alguien me susurra al oído, «off the record»: «Digan lo que digan, Illa podría ser el candidato del PSC, en vez de Iceta. Y sería su ilusión…».
Viernes
Inicio de puente y en Madrid, como en el resto de España, nos vuelven locos con las restricciones: que si por comunidades, por ciudades, por barrios, por días, por horas… Al paso que vamos, igual Ayuso acaba confinándonos por horóscopos… No demos ideas.
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