Educación Especial

Bertín Osborne, sobre la Ley Celaá: “¡Qué alguien pare esta aberración!”

El presentador considera que la ley es perjudicial para el desarrollo y mejora de la calidad de vida de los niños que necesitan educación especial

Bertín Osborne y Repara tu Deuda firman un acuerdo para promocionar la Ley de Segunda Oportunidad
Bertín Osborne durante una rueda de prensaEuropa Press ReportajesEuropa Press

El Pleno del Congreso de los Diputados debate hoy el dictamen que aprobó la Comisión de Educación y Formación Profesional sobre el proyecto de la LOMLOE o Ley Celaá. El proyecto de Ley Orgánica -que tendrá que recibir la mayoría absoluta de la Cámara- ha sido objeto de numerosas críticas en las últimas semanas por sus planteamientos, como el referido a la supresión del castellano como lengua vehicular, la promoción de curso con asignaturas suspensas o sus propuestas para la educación especial.

A este respecto, la Ley Celaá establece que “en el plazo de diez años (...), los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad”.

Objeto de polémica

La Plataforma Educación Inclusiva Sí, Especial También -formada por personas con discapacidad intelectual, familiares y docentes- ha pedido que se retire del proyecto de Ley Orgánica esta disposición porque abre la puerta a que las comunidades autónomas vacíen los centros de educación especial de alumnos para, progresivamente y en el plazo de una década, “transformarlos en centros de recursos, sin apenas alumnado”.

El cantante Bertín Osborne padre de un hijo, Kike, con parálisis cerebral no ha dudado en mostrar su desacuerdo con la Ley Celaá a la que califica de “aberración”. “Como el mío hay docenas y docenas de miles de niños en España que necesitan permanentemente atención a todas las horas del día. No creo yo que en un colegio ordinario vaya a haber terapeutas sentados al lado de mi hijo o de muchos miles como él”.

El presentador no ve viable la integración de niños con discapacidad en los centros ordinarios ya que en el caso de muchos de ellos insiste en que “van a tener que cambiarles los pañales cada dos horas, darles de comer, suministrarles las medicinas e intentar entender lo que les dicen. Eso teniendo en cuenta que van a estar rodeados de alumnos que no tienen ningún problema y que, probablemente todo el cariño y todo el amor que hay en un colegio de educación especial allí se va a tornar en bullying”.

Bertín, que creó junto a su mujer Fabiola Martínez la Fundación Bertín Osborne para ofrecer apoyo y orientación a las familias con hijos con alguna lesión cerebral, considera “impensable” la desaparición de los centros especiales y su integración en los colegios ordinarios. “Yo no sé quién habrá sido el iluminado al que se le ha ocurrido hacer este cambio, porque los que supuestamente somos beneficiados, yo sí les digo con seguridad que somos los perjudicados porque hay miles de niños con lesiones cerebrales de todo tipo pero hay muchos miles y no sé si decir cientos de miles que no tienen absolutamente ninguna autonomía y que son cien por cien dependientes. Y a ellos en un colegio ordinario no les van a poder ayudar, ni van a poder mejorarles ni van a mejorar tampoco su calidad de vida, sino todo lo contrario”.

“Ojalá alguien con dos dedos de frente pare esta barbaridad”

Osborne insiste en que la Ley a debate “la ha hecho alguien que no tiene ni idea de lo que está haciendo y que desconoce la problemática”. Y añade que “nosotros los padres seríamos los primeros que querríamos que nuestros hijos fueran a un colegio ordinario. Lo que pasa es que no se puede luchar contra la realidad, y la realidad es muy terca. Nuestros hijos son como son y hay un porcentaje enorme de niños como el mío que van a ver perjudicado su desarrollo y su vida, así que ojalá que haya alguien con dos dedos de frente que pare esta barbaridad”.

Por su parte, Mariana Lombardo, directora del Colegio Celia y Pepe de Educación Especial afirma que estos centros cuentan con el apoyo de muchísimos profesionales que vienen del entorno clínico y médico y no entendemos por qué se plantea el cierre de los centros de Educación Especial y no el de los Centros de Alto Rendimiento, por ejemplo”.

Lorena Lobato, profesora del mismo centro, asegura que en estos colegios de Educación Especial “se ofrece atención individualizada”, difícil de conseguir en un centro ordinario. “Somos dos profesores por aula de cuatro a seis alumnos, para sacar su máximo potencial”, añade.

Además, es importante según añadía el propio Bertín Osborne cuidar el ambiente en el que se van a relacionar los niños con discapacidad. En este sentido, la Dra. María Velasco, psiquiatra infanto-juvenil del Hospital Ramón y Cajal hace especial hincapié en la importancia del estado emocional en el que el niño debe aprender. “Debe ser un estado de tranquilidad y de seguridad, no de estar a la defensiva. No pueden sentir que les rodea un mundo hostil”, afirma.