Enfrentamiento
Las claves del caso Isabel Pantoja y Kiko Rivera
Madre e hijo mantienen su enfrentamiento por la herencia de Paquirri
El 17 de octubre, Kiko Rivera acude al plató de “Sábado Deluxe” para hablar sobre su deslealtad a su mujer, Irene Rosales, Kiko Rivera desveló que estaba atravesando un estado anímico y emocional difícil. La llamada de su madre Isabel Pantoja no se hizo esperar. La tonadillera recriminaba a su hijo sus confesiones en televisión aunque le tendía la mano para ayudarle.
“No quiero que sigas hablando de esos temas, te hace mal y me hace mal (…) Hay una pandemia en el mundo, lo que tú estás pasando no es importante (…) Quiero que seas un hombre como eres pero… ¿tú por el suelo? De qué y de cuándo. Yo te he criado muy bien para que tú te sientas triste (…) Yo mañana cojo el coche y te doy los besos más grandes el mundo para abrazarte (…) Jamás te dejaré que estés por el suelo porque nunca lo has estado ¡y no te lo voy a permitir! No tienes derecho a hacer eso porque te has daño y nos haces daño a las personas que te queremos”, dijo la artista afectada.
Pero Kiko entendió el supuesto apoyo como una retahíla de reproches y no dudó en contestarle: “Me duele que me digas que no tengo derecho a estar así. Yo no puedo fingir estar bien porque no sé hacerlo. Si he provocado un daño… lo siento, pero necesito abrazos y necesito besos, no necesito que me digan que no tengo derecho a estar así”.
La visita de Pantoja a su hijo nunca llega a producirse. Y Kiko contraataca en su perfil de Instagram: “Las palabras se las lleva el viento”.
Isabel Pantoja responde al mensaje de su hijo en “El Programa de Ana Rosa”. Está dolida. “Estoy cansada de escuchar tantas mentiras”. “Yo no digo que mi hijo no tenga una depresión, nadie quiere más a mi hijo e hija que yo. Si mi hijo tiene una depresión, quería darle a entender que hay una posible curación (…) Hace tres semanas que él no viene a Cantora, pero es mentira que yo no tengo contacto con mi hijo. Hablo con él todos los días”. Su hija Isa le recrimina en directo y le pide que solucionen los problemas en casa”. Pero la tonadillera le responde enfadada “¿por qué él no lo soluciona en casa y lo habla ahí?”.
Las aguas parecen calmarse. Kiko llena su Instagram de fotos con su mujer y sus hijas, dando fe de la unidad familiar.
Pero el 24 de octubre vuelve a contraatacar: “Estoy harto de escuchar mentiras y de gente que por quedar por encima es capaz de pisotear al que sea”.
Kiko confía en volver a ser el hombre que era y en recuperar la confianza perdida. Parece más animado y cerrando capítulos. Sin embargo, el 27 de octubre asegura que los problemas con su madre no se han solucionado: “Ya no me enfado. Solo observo, miro, pienso, me decepciono y me alejo si es necesario”.
Y, dos días después, publica: “A veces es mejor quedarse callado y que las personas se descubran por su propia lengua”.
Es el 1 de noviembre, cuando el hijo de Pantoja desvela el verdadero motivo del enfrentamiento con su madre: el reparto de la herencia de su padre, Francisco Rivera “Paquirri”.
Junto a una imagen en la que se ve al artista con el torero publica: “Ojalá estuvieses aquí papá. Nada de esto estaría pasando. Tengo miedo de encontrarme con la verdad. Pero voy a luchar hasta el final tumbando a quien haga falta tumbar. Si ellos no supieron respetar tu voluntad, si todavía está en mi mano, te juro por Dios que yo lo haré”.
El 2 de noviembre afirma que “el niño no es tonto. El niño ha sido bueno y ahora ha despertado”. Y el día 3 lanza el bombazo. Ha concedido una entrevista a Mila Ximénez. La guerra no ha hecho más que empezar. “Señores, yo no soy el malo de esta película lamentable. Solo soy alguien a quien la persona que más idolatraba me ha fallado de una manera irreparable engañándome toda la vida”, asegura junto a una foto con la contertulia.
“Prepotente” y “soberbia” son algunos de los calificativos que Kiko Rivera utiliza en la entrevista publicada el 4 de noviembre en “Lecturas” para definir a su madre. La artista “se ha comido” a la persona, llega a decir. “Te has vendido como la mejor madre del mundo. Y, mamá, perdóname pero no lo eres (…) Mi madre no existe como abuela. Siempre dice que está cuidando a la yaya, pero no está 24 horas… ¿No tienes tiempo de ver a tus nietas? ¡Ya ni a tu hijo! Olvídate de tu hijo que se te da bastante bien, pero no digas que eres la mejor abuela porque es mentira”, señala enfadado. El Dj se siente usado por su madre y no duda en responder uno a uno a sus reproches. “Dice que vendo mis penas. ¿Tú me lo dices a mí? ¿Qué te has vendido toda la p*** vida como la viuda de España? Cuidado con lo que dices, mamá. No eres nadie para darme consejos”.
Además, abre el melón de la herencia paterna y muestra su descontento por el reparto de Cantora. “Mis abogados han pedido el testamento. Quiero enterarme de la verdad. Solo tenía siete meses cuando murió. Llevo detrás de esto mucho tiempo. Me huelo lo peor. A veces es mejor no enterarse de las cosas para no sufrir. En el fondo de mi corazón sé que algo pasa (…) Yo no cedí Cantora a sabiendas. Cuando tenía 18 años fui a firmar con ella. Pero claro, a esa edad y la vida que yo tenía, mi madre me dice ‘firma esto’ y yo voy de cabeza. Ni siquiera recuerdo que firmé”, afirma en exclusiva para la publicación.
Isabel Pantoja da la callada por respuesta. Pero algunos colaboradores de Mediaset afirman haber contactado con la tonadillera quien culpa a Irene Rosales de ser “la mano que mece la cuna”. Kiko se vuelve aún más del lado de su mujer y publica “quien no te quiera a ti, es que no me quiere a mí”.
El 5 de noviembre, Isa Pantoja ya está concursando en “La casa fuerte 2”. Jorge Javier Vázquez le pone al día de la guerra familiar y la joven sufre una ataque de ansiedad en directo. “Para mí es muy desagradable·. Más adelante no dudará en posicionarse del lado de su madre y mostrar su desacuerdo con su hermano.
Irene Rosales reaparece el 7 de noviembre en “Viva la vida”. Está triste y desolada no entiende que la culpabilicen del enfrentamiento. “Que me hagan culpable de una cosa tan grave, me duele (…) Me han dado ganas de escribirla para preguntarle si es verdad pero no la he llamado por prudencia (…) Yo no manejo a Kiko para nada, él es muy impulsivo y no se deja manejar. Yo quiero pensar que ella no ha insinuado eso. Me duele por él porque lo está sufriendo el doble, a mí me duele verlo como está”.
El 11 de noviembre llega el comunicado oficial de Isabel Pantoja que se publica en “¡Hola!”. En él señala que se encuentra hundida y que tomará las medidas que sean necesarias para limpiar su nombre. Además asegura que nunca hablará mal en público ni de su hijo ni de su nuera.
El 13 de noviembre Telecinco emite el especial “Cantora: la herencia envenenada”. Kiko asiste como invitado. “Traigo mis pruebas”. Hay cosas que sabe de las que se van a contar, otras que no… pero viene preparado: “Voy a hablar de lo que sé y lo que sé es esto que tengo aquí”. “Esto que tengo yo aquí es lo único que da fe, los papeles son lo único que no mienten (...) Lo que yo me he encontrado es de ser mala madre, mi madre debería sentir vergüenza, a mí esto ya no me deja descansar (...) Yo he pasado el límite al que vosotros no llegáis porque yo tengo acceso a cosas que vosotros no podéis, esto que me he encontrado es acojonante, aún no soy capaz de asimilarlo, es tan grande lo que he descubierto que a mí la herencia ya me da igual, tengo un dolor horroroso, esto no tiene perdón de Dios (...) No hay marcha atrás desde hace tres días, si me llama podemos hacer que esto pare públicamente, pero internamente esto no para ya (...) Mi madre debería llamarme para llegar a un acuerdo por su propio bien porque esto va más allá de lo económico, pero mi madre no es la única implicada en lo que he descubierto, hay personas de mi familia y otras personas que no lo son (…) A mí no me gustaría desalojar a mi madre de la que fue mi casa (…) Si mi padre se enterara de lo que ha hecho mi madre se moriría otra vez”.
Además, Kiko confesaba a Carlota Corredera que el famoso cordón de oro que Isabel le regaló en las Campanadas de 2011 y que perteneció a su padre, se lo pidió nada más llegar a casa. “Lo que hizo fue un paripé”.
En los documentos que Kiko traía a plató quedaba reflejado que su madre había creado una entidad, ‘Cantora S.A.’, con la que se pidió una hipoteca de 50 millones de pesetas a pesar de que la finca entonces “no era de nadie” porque, aunque Paquirri dejó la finca a Kiko, la repartición de la herencia aún no se había hecho efectiva. “Mi madre en ese momento estaba pidiendo dinero poniendo como aval un bien que no era suyo, algo que moralmente es muy reprobable la finca que por entonces era una agrupación de nueve fincas menores. Pero ahí no se quedó la cosa. En 1988, la cantante, según Kiko, pide 35 millones más de pesetas poniendo como aval de nuevo
Kiko confiesa que con 18 años su madre vuelve a rehipotecar Cantora por un valor de 2 millones 700 mil euros, pero esta vez con una nueva entidad y con el apoyo de su tío Agustín y del abogado Ramón Calderón, el abogado que debía velar por los intereses de Kiko tal y como dejó escrito Paquirri ates de morir:
“Mi madre me ha tenido hipotecado desde que tengo dos años (...) Aunque yo no soy deudor, mi madre ha estado beneficiándose de un bien que era mío, una finca que cuando mi padre murió era un conjunto de 9 fincas y de las que ahora solo hay 6, ¿dónde están las otras tres?”.
Además Jorge Javier Vázquez desvelaba en el programa que en una discusión en Cantora, el pasado 2 de agosto, Kiko tuvo la oportunidad de comprobar cómo en la habitación de su padre fallecido, una habitación que siempre estaba cerrada, estaban todos los objetos personales de Paquirri. No dudó en llamar a sus hermanos Francisco y Cayetano para contárselo, ya que según había declarado Pantoja, las pertenencias del torero habían sido robadas.
Tras romper lazos con su madre, Kiko se muestra más unido que nunca a sus hermanos, Fran y Cayetano. Y juntos viajan a Barbate para propiciar un acercamiento con la familia Rivera.
“Viva la vida” mostró el pasado sábado un documento inédito sobre la herencia de Paquirri que llevaba oculto 36 años. Se trata del cuaderno particional, una serie de documentos firmados por los herederos en el que se muestra qué recibió cada uno de ellos. Kiko formaba parte de ese reparto y debería haber obtenido 28 millones de pesetas. Además, en el inventario se enumeran todas las pertenencias que corresponderían a cada heredero
Nueve días después de la muerte de Paquirri, se leyó su testamentopero tuvieron que pasar tres años hasta que los herederos firmaran tras llegar a un acuerdo, justo antes de que se cumpliera el plazo. Fincas, joyas, trajes, ganado, armas y dinero en efectivo.
La artista recibe acciones de Cantora S.A. y termina siendo la beneficiaria de la finca La garza (y no Kiko) y la finca La parra y, del legado de Paquirri, 860.000 pesetas en efectivo (aunque, gracias al usufructo, recibió más). Por su parte, el patrimonio que le corresponde a Kiko es de casi 29 millones de pesetas. Además, armas, una tercera parte de sus trofeos, trajes y alhajas valorado en un millón y dos paquetes de participaciones de Cantora S.A. Así, a la tonadillera le correspondería un 52′4% de Cantora y a Kiko un 47′6%. Por lo tanto, Isabel es propietaria de pleno derecho de la finca. Además, según el inventario que fue firmado por todas las partes implicadas en el reparto del legado, a Kiko le corresponden cuatro trajes de su padre.
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