Omar Montes presume de regalarse un helicóptero

A Omar Montes le gusta alardear de su vida de lujos y de gastarse buenas cantidades de dinero en compras caras. Es un caprichoso compulsivo y le “queman los euros en las manos”. Si hace seis meses le pillamos saliendo de la carísima tienda de Louis Vuitton en la llamada “Milla de Oro” madrileña, en la que acababa de gastarse cuatro mil euros, ahora nos enteramos que es dueño de un helicóptero, cuyo precio, dicen, sobrepasa los doscientos mil. Y tiene el descaro de justificar el “regalazo” a sí mismo, con una excusa banal: “los aviones salen con retrasos y en el helicóptero gano mucho tiempo en mis desplazamientos de trabajo. Y es un medio de transporte más cómodo”

Al ídolo del modesto barrio capitalino del Pan Bendito la vida le sonríe en tiempos de pandemia. Ha ahorrado lo suficiente como para darse este tipo de caprichos al alcance de unos pocos.

Este “chuleta” gracioso, pícaro del siglo XXI, ligón por excelencia, solidario y generoso con los suyos, se convierte ahora en un cantante de “altos vuelos”