Abusos

Jean-Luc Brunel, el cómplice francés de Jeffrey Epstein

El agente de moda ha sido acusado de violación de una joven de 15 años y de acoso sexual. Cumple prisión preventiva

Jean-Luc Brunel y Ghislane Maxwell
Jean-Luc Brunel y Ghislane MaxwellLa RazónLa Razón

Emily Ratajkowsky tenía tan solo 20 años cuando se vio desnuda, borracha y sola en una sesión nocturna en casa del fotógrafo Johanthan Leder. Además de abusar de su cuerpo, le robó su imagen y publicó un libro con las fotos de aquella sesión sin su permiso. Una agresión muy parecida a la que han contado otras modelos que sufrieron por parte de Terry Richardson, otro prestigioso fotógrafo de moda.

También Jean-Luc Brunel, agente de moda francés ha sido acusado de violación a una joven de 15 años y de abusos sexuales. Actualmente cumple prisión preventiva y está siendo investigado por haber proporcionado esclavas sexuales a su amigo Jeffrey Epstein, el magnate norteamericano acusado de «tráfico sexual».

Según informa la Fiscalía de París, el septuagenario fue arrestado en la localidad francesa de Roissy, mientras se dirigía a Dakar, el miércoles 16 de diciembre, y luego fue puesto bajo custodia policial. Y esto, para gran alivio de la holandesa Thysia Huisman, quien acusa a Brunel de haberla violado en 1991.

«Es una gran noticia», asegura a Associated France Press. «Lloro de alegría (...). Once mujeres testificaron contra él después de mí, pero todos estos hechos están prescritos. Espero que la Policía tenga otros archivos con víctimas más recientes», añade. De hecho, en octubre de 2019 se presentó una denuncia contra Brunel por actos de «acoso sexual» que no estaban prescritos. Ahora con 47 años, Huisman, directora de televisión, ha accedido a testificar con el rostro descubierto en un video transmitido el pasado jueves por L’Obs .

Impulsar su carrera

Cuando conoce a Jean-Luc Brunel en 1991, la modelo acaba de cumplir 18 años. Él tiene 46 y en ese momento era el todopoderoso jefe de la agencia de modelos Karin Models. El hombre vio a la joven holandesa en Bruselas y quiso impulsar su carrera. Para ayudarla, incluso se ofreció a alojarla en su elegante apartamento parisino en la Avenida Hoche. La oferta es tentadora, pero Thysia Huisman es cautelosa y expresa sus dudas a su agencia belga. «Es un honor que te de la bienvenida. Solo recibe a aquellos que tienen un potencial real. Brunel es un caballero», le aseguran allí. Entonces la modelo acepta y se va a París. Desde la primera noche, Brunel le hace insinuaciones explícitas: «Tú y yo vamos a dormir juntos». Thysia Huisman se niega, juega la carta del humor y se las arregla para no estar nunca a solas con él. «Pensé que podía manejarme, desde pequeña había aprendido a ser independiente y autónoma. Fui ingenua», todavía se arrepiente hoy. Cuando regresa de una fiesta, le da un cóctel a la modelo y veinte minutos más tarde, Thysia Huisman ya no siente fuerzas. Ella asegura que había drogas en el vaso. A continuación, recuerda que el agente la empuja en su cama antes de violarla. Al despertar huye del apartamento y sube al primer tren con destino Bruselas. «Cuando traté de explicarle a mi agente por qué me fui, ella no me escuchó», confiesa en la entrevista. Solo me acusó de «no ser profesional». Thysia Huisman nunca volvió a hablar de esa noche, manteniéndola en secreto durante veintiocho años. Pero investigó y encontró otras víctimas. «Fue como una confirmación de que no estaba loca». Ahora espera que se haga justicia.